La voz grave y poco curtida delatan a Héctor, un adolescente de 17 años de edad, 7 de los cuales ha tenido que pasarlos en un ir y venir de su casa a la Unidad Nacional de Atención al Enfermo Renal Crónico (UNAERC) para recibir tratamiento por insuficiencia renal provocada por una condición hereditaria que le impide hacer lo que los demás adolescentes hacen.
Al igual que Héctor, al menos 3600 personas son atendidas por UNAERC con tratamientos de hemodiálisis y Diálisis Peritoneal Contínua, y en el mes del aniversario de su fundación los directivos solicitan una ampliacion presupuestaria de Q100 millones.
"Arrastramos una deuda de Q90 millones que empezó a acumularse desde el 2008 cuando se instituyó la gratuidad de los servicios médicos estatales" dijo Douglas Guerrero, administrador de UNAERC.
Guerrero asegura que su presupuesto actual es de Q100 millones pero que la atención de los pacientes les supone la erogación de al menos Q127 millones ya que cada tratamiento cuesta entre Q2600 y Q3800 mensuales y atienden a al menos 3500 al año.
El nefrólogo Julio Boj asegura que a diario reciben al menos 6 pacientes diarios con síntomas de insuficiencia renal los cuales deben ser tratados por diversos medios.
"Las principales causas de esta condición en el adulto es la diabetes y la hipertensión arterial, en los menores de edad se da por una precondición genética", aseguró Boj.
"Recibo el tratamiento de hemodiálisis porque descuidé lo que comía y llegué al punto que me agitaba demasiado al caminar. Ahora ya no trabajo, solo ayudo en mi casa con tareas domésticas, nada más", asegura Walter García, un paciente renal crónico que tiene 4 años de estar recibiendo este tratamiento en UNAERC.
"No vamos a dejar de prestar el servicio, pero el problema es que la deuda se hace cada vez más grande y eso se puede volver un problema", concluyó Guerrero.
UNAERC empezó a funcionar en agosto de 1997 para brindar terapias de sustitución renal a personas con insuficiencia renal crónica de escasos recursos y de la provincia.
