Antes que la vicepresidenta Roxana Baldetti desapareciera de la agenda pública y guardara silencio en sus redes sociales se vio involucrada en dos escándalos que llevaron a los guatemaltecos a exigir su renuncia. Se trata de la desarticulación de una red de defraudación aduanera y la compra millonaria de una supuesta fórmula para limpiar el Lago de Amatitlán.
Además de las serias criticas generadas en torno a ambos casos, Baldetti no mostró una buena respuesta a las mismas y es que sus últimas apariciones públicas fueron poco afortunadas. Aquí te las recordamos.
La investigación de la estructura criminal conocida como La Línea fue la gota que rebalsó el vaso pues era liderada por su secretario privado, Juan Carlos Monzón, quien permanece prófugo.
Asimismo, en las llamadas presentadas como prueba durante la audiencia de primera declaración de los implicados en el caso se mencionó a “la R”, “la señora” y “la dos”, apelativos que harían referencia a Baldetti.
Como si lo anterior no fuera suficiente, en la conferencia que la funcionaria ofreció respecto al caso, pese a utilizar un guión, hizo algunas declaraciones erráticas y contradictorias que solo levantaron más dudas sobre su papel en el caso.
Aseguró que ella estaba enterada de la investigación; que debido a que Monzón la acompañó a Corea del Sur, fue ella quien le alertó sobre las capturas; y se negó a dar a conocer el día de su regreso.
Unas semanas antes de que se destapara el caso de La Línea, otra bomba le explotó en las manos cuando se hizo pública la contratación por 137.8 millones de quetzales de una empresa israelí para la limpieza del lago de Amatitlán.
Representantes de la sociedad civil hicieron fuertes señalamientos contra la decisión debido a que del monto total, 22.8 millones de quetzales corresponderían a la adquisición de 23 mil litros de una fórmula que, según las autoridades, acabaría con el problema.
Al ser cuestionada por periodistas, Baldetti defendió la decisión jurando que la medida limpiaría el lago de Amatitlán por lo que unos meses después los invitaría a comer mojarras.
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Como parte de su defensa al plan, Baldetti hizo un recorrido en el lago en el que además de negar que el agua tuviera mal olor, dijo una serie de frases que fueron tomadas como cómicas en las redes sociales.
