El sistema financiero del país posee 18 entidades bancarias, pero de acuerdo con la agencia calificadora Fitch Raitings, tres de ellas dominan el sector y controlan el 67% de los activos bancarios totales del país. Los bancos más grandes del país son: son Banco Industrial (BI), G&T Continental, y Banco de Desarrollo Rural (Banrual).
La agencia calificadora de riesgo Fitch recién publicó su análisis sobre el mercado de Guatemala y mantuvo la calificación para los tres bancos principales afirmando que su desempeño se mantiene "estable".
El banco mejor calificado es Banrural. Fitch destaca su fortaleza como franquicia popular, récord de rentabilidad y sólida capitalización, lo cual le hace acreedor a una calificación internacional de largo plazo de BB+ y una calificación nacional de AA+(gtm).
En opinión de Fitch, tanto BI como G&T Continental tienen un perfil de riesgo similar y alta calidad de activos, lo cual hace que tengan calificaciones muy parecidas. Ambos recibieron un BB en calificación internacional de largo plazo, con perspectiva estable, y un AA-(gtm), en calificación nacional.
Fitch destaca que los tres bancos tienen una alta exposición a la deuda soberana de Guatemala. En el caso de BI y G&T Continental, su exposición a los bonos del gobierno de Guatemala limita su potencial para mejorar de calificación. El informe señala que Banrural tiene una menor exposición a estos títulos, pero un alto porcentaje de su fondeo proviene del sector público.
Sistema sólido
Carlos González, consultor de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), comentó que el proceso de fusiones entre entidades bancarias que se dio en la década de 1990 y principios de 2000, culminó con el cierre de 18 bancos. "El fenómeno ha sido consolidar la banca nacional en pocos actores”, explicó.
Sin embargo, destacó que luego de la experiencia negativa del Banco del Café y el Banco del Comercio, los guatemaltecos han puesto su confianza en aquellos bancos considerados sólidos. “Genera la sensación de que estos bancos no van a quebrar”, añadió.
González agregó que el sistema bancario nacional es sólido por muy pequeño que sea. “Es un mercado cautivo, obediente y que paga; el problema será si un banco invierte en créditos no sólidos, pero ese tipo de cosas son las que cuida la Superintendencia de Bancos”, concluyó el analista.