Todos aprendemos de nuestros errores, anque a algunos nos cuesta caro.
Este pequeño vivió en carne propia el resultado de su travesura, al jugar con la rasuradora de su papá.
El niño rasuró su cabeza de la parte de enfrente y su padre lo grabó prometiendo que jamás tocaría las cosas de adultos de nuevo.
*Con información de Telemundo.