Si bien es obvio que las cadenas de farmacias de la Comunidad y las Galeno tienen en común el comercio de medicamentos, la información revelada por las autoridades tributarias en las últimas semanas han demostrado que tienen más similitudes.
Ambas cadenas tienen una deuda con la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT). Entre tributos no pagados e intereses la deuda acumulada por las Farmacias de la Comunidad asciende a 25 millones de quetzales, y en el caso de las Galeno, a Q35 millones.
Las anomalías en el pago de impuestos han significado que las dos empresas sean intervenidas este mes y por si fuera poco, el profesional asignado para tal tarea es el mismo, Ramón Estuardo Ávila.
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El fiscal de Delitos Económicos, Andrei González, explicó que la función de Ávila es tener el control de los movimientos financieros de las farmacias para evitar que el capital sea desviado a otras cuentas, y así asegurar el pago de los impuestos defraudados.
Cabe destacar que las medidas adoptadas a través de órdenes judiciales no afectan el funcionamiento de las empresas, ya que éstas continuarán con su dinámica de compra y venta de medicamentos y con el pago de sus trabajadores.