El trayecto que realizan los migrantes centroamericanos desde sus países de origen hacia Estados Unidos está lleno de peligros.
Muchos de ellos no logran llegar a ese país porque son secuestrados, extorsionados, asaltados o incluso mutilados por el tren de carga, La Bestia, que los lleva hasta el norte de México.
En el recorrido que realizan los migrantes desde la frontera de México con Guatemala hasta Ixtepec, Oaxaca los peligros son menores en relación a lo que podrían encontrar en estados más al norte que son áreas controladas por el narcotráfico y el crimen organizado.
Abordar La Bestia para viajar sobre el techo de un vagón que en muchos casos tienen puás y sin ningún soporte es el primer riesgo. Y sobre los vagones ocurren asaltos, secuestros, violaciones o incluso asesinatos.
Las historias
Emily, Gonzalo y Elizabeth tiene algo en común todos salieron de países centroamericanos buscando "el sueño americano" pero la violencia o el tren les impidieron seguir su camino.
Emily es una hondureña de 22 años que viajaba junto a su hijo Richard, de dos años, y sus primas hacia Estados Unidos. Todas llevaban a sus hijos, el menor tenía 9 meses. Al llegar a Ixtepec, Oaxaca en el tren ella cayó a las vías del tren junto a su hijo.
Richard perdió una pierna y el brazo derecho de Emily fue destrozado por las vías del tren. Su camino finalizó ahí.
Gonzalo es un guatemalteco que permanece desde hace más de 3 meses en el albergue "Hermanos en el camino" de Ixtepec porque nueve hombres que se identificaron como "zetas" lo secuestraron a él y a su amigo y pidieron un rescate de 5 mil doláres a sus familias.
El dinero nunca llegó y Gonzalo recibió 26 machetazos que destrosaron su talón de aquiles, perforaron su cráneo y marcaron todo su cuerpo.
Elizabeth viajaba junto a tres mujeres y su hijo de 10 años intentando llegar a Houston en Estados Unidos pero antes de abordar el tren en Arriaga, Chiapas, tres hombres los secuestraron. Pasaron un día sin poder escapar.
Ellos exigían 100 doláres por persona para dejarlos continuar su camino o los amenazaban con subirlos al tren y matarlos antes de llegar a Ixtepec. Una de ellas logró escapar y avisar a la policía del secuestro. Fueron rescatadas y ahora esperan que México les otorgue asilo político para poder llegar a la frontera norte y entrar a Estados Unidos.
