La oposición venezolana desafía este martes al gobierno con una marcha sin autorización por el centro de Caracas, en la que el dirigente opositor Leopoldo López que está prófugo de la justicia prometió entregarse.
El gobierno advirtió que la protesta carece de permiso y anunció además dos actos para el martes en el mismo sector, un concierto por la paz en Plaza Venezuela y una marcha de trabajadores petroleros hacia el Palacio de Miraflores, en la que participará el presidente Nicolás Maduro, que califica las manifestaciones opositoras como un "golpe de Estado en desarrollo".
El lunes, ambas partes se reprocharon la temeridad de convocar dos marchas que podrían encontrarse, en este país altamente polarizado que tiene todavía muy presente los hechos de abril de 2002, cuando una manifestación opositora hacia el palacio presidencial derivó en un sangriento golpe de estado que derrocó brevemente al entonces presidente Hugo Chávez.
El movimiento opositor en Venezuela Voluntad Popular, cuyo coordinador es Leopoldo López, denunció que una supuesta comisión de Contra Inteligencia Militar allanó su sede de manera violenta.
El movimiento publicó un video se la cámara de seguridad de la sede en que se puede apreciar la llegada de funcionarios con armas largas. Según Voluntad Popular, buscaban al coordinador nacional político Carlos Vecchio, que este lunes se pronunció acerca del llamado de movilización el 18 de febrero.
Este es el video difundido por el movimiento:
La oposición venezolana impulsan bajo la consigna "La salida" la táctica de ocupar las calles para oponerse al gobierno de Maduro, electo en abril de 2013, y forzar un "cambio constitucional" pese a que no puede haber un referendo revocatorio del mandato presidencial hasta abril de 2016.
En la mira internacional
La tensión por las marchas estudiantiles que se suceden a diario en Caracas y otros puntos del país -la mayoría pacíficas, aunque algunas degeneraron de disturbios nocturnos-- ha puesto de nuevo al país petrolero en el punto de mira de la comunidad internacional.
Varios gobernantes de la región han cerrado filas con Maduro, mientras organizaciones internacionales como Celac y Unasur y países como México y Panamá exhortaron a resolver las diferencias mediante el diálogo.
En un nuevo episodio en sus difíciles relaciones con Estados Unidos, Maduro anunció el domingo la expulsión de tres funcionarios consulares estadounidenses, a los que imputó por reunirse con universitarios, y acusó al país norteamericano de injerencia en los asuntos internos de Venezuela.
La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, calificó de "falsas y sin sustento" las acusaciones de Venezuela sobre Estados Unidos, su primer socio comercial.
La polarización que vive Venezuela ha llegado a las redes sociales.