El australiano Chris ‘Brolga’ Barns siente debilidad por los animales. Tras ser encargado de aves en diferentes zoológicos del país, tuvo que cuidar a su primer canguro huérfano.
A partir de ahí, empezó a ser solidario para salvar la vida de las crías de canguro, cuyas madres morían atropelladas por el tráfico.
Desde 2009, dirige un refugio y en la actualidad cuenta con 28 marsupiales. En él los alimenta, los cuida y protege. A la vez, les enseña a vivir fuera del refugio para que sobrevivan en la vida salvaje una vez que lo abandonen.
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El refugio se encuentra en el centro del país, en Alice Spring, y fue construido con las donaciones que Barns recibió de todo el mundo.
El centro también cuenta con un camello huérfano.