En 1939 se desarrolló el conflicto militar más sangriento, protagonizado por la humanidad y Adolfo Hitler, presidente de Alemania desde 1934, lideró este oscuro suceso.
Las agresiones nazis desataron la Segunda Guerra Mundial (1940-1945), en la que el ejército alemán ocupó la mayor parte de Europa y África del Norte.
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Como parte de esta campaña de aniquilación, nacieron los campos de concentración y exterminio, entre ellos, Auschwitz, el más grande construido en territorio polaco en 1941, donde se calcula, que más de un millón de personas fueron anilquiladas.
El lugar contó con 4 instalaciones de erradicación de judíos, gitanos, homosexuales, testigos de Jehová, prisioneros de guerra soviétivos, polacos, musulmanes o personas con discapacidad y defectos de nacimiento. El complejo fue famoso por las cámaras de gas y crematorios.
En el marco del 70 aniversario de la liberación de la "Shoah", término hebreo para "Catástrofe", celebrado el 27 de enero de 2015; Soy502 conversó con Regina Engelberg, sobreviviente que encontró en Guatemala, un hogar tranquilo para vivir.
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Regina nació el 15 de junio de 1925 en Opole, Polonia. Cuando era niña su familia se trasladó a la ciudad de Lodz. A los 15 años vió el inicio del conflicto, sin imaginar lo que viviría. "No me preocupé mucho", asegura.
"La guerra fue horrible, se sentían poderosos cuando caminaban recorriendo la ciudad, allí nos dimos cuenta que esto era guerra" remarca.
El racionamiento de alimentos comenzó en el "suburbio", donde fue traslada con su familia. En el lugar asignaban una autoridad alemana, que decidía que se hacía con los habitantes.
Pronto construyeron talleres y fábricas de trabajos forzados, para hacer suministros, uniformes y lo necesitario para el ejército nazi.
En el "gueto" moraba la escazes, falta de medicamentos y atención médica, agua, comida o abrigo. Su padre y uno de sus hermanos murieron debido a estas duras condiciones. "Ellos comenzaron a sacar a la gente de las casas para llevarlas a lugares de matanza", cuenta.
Pronto Regina fue enviada con su madre y otro hermano a "Auschwitz", hacinados en vagones de tren. Al llegar, Engelberg fue separada de su madre; en poco tiempo, llevada al "crematorio" (horno donde quemaban personas vivas).
Regina tuvo que luchar por sobrevivir, con la esperanza que su destino cambiaría. "En el campo no se hacía nada, solo se miraba muerte", expresa.
Los nazis necesitaban jóvenes mujeres, para trabajar en Berlín, en una fábrica de municiones, así seleccionaron a 500 muchachas fuertes, incluyendo a Regina.
La sobreviviente fue de las pocas a quien no le hicieron el tatuaje con el número de serie que la identificaba. Ya en Berlín sus condiciones mejoraron, aunque su vida también peligraba por los constantes bombardeos de los aliados contra los alemanes.
"Estados Unidos, Inglaterra, varios bombardearon Berlín", recuerda. Algunos de sus hermanos, huyeron de Polonia antes de la guerra cuando comenzó la discriminación y las actividades "antisemitas" (hostilidad hacia los judíos), otros sobrevivieron las masacres.
Al terminar la guerra, estando en Alemania, ingresa la Cruz Roja subvencionada por Suecia, quien se había declarado neutral en el conflicto. Así tuvo la oportunidad de ser trasladada a Suecia para cambiar su vida, con 21 años de edad, se estableció en el nuevo lugar, trabajando en un fábrica de chocolates.
Regina logró contactarse con un tío que vivía en Guatemala, desde antes de la guerra y pronto se contactó con él para decirle que quería venir a centroamérica "esto ya era libertad", afirma.
"En Suecia, me arreglaron un barco, así llegué y he sido muy feliz, formé mi historia, aprendí español y me casé con un sobreviviente, José Peter Engelberg", explica.
Durante el conflicto, Engelberg conoció a una persona de Guatemala en un campo de desplazados, él le animó a buscar en nuestra tierra un nuevo comienzo, cerrando así este duro capítulo.
Regina vive en Guatemala desde 1947, desde entonces hizo del país su hogar junto a su familia.
"Yo cuento esto en unos cuantos minutos, pero lo que viví duró años. No había para dónde", concluye.