Finalmente, Alejandro Sinibaldi dio la cara por el escándalo que lo vinculaba a un supuesto financiamiento para su campaña presidencial por parte de la empresa brasileña OAS, que está siendo investigada por corrupción en el llamado Caso Petrobras.
Tras esta noticia, el presidente Otto Pérez Molina ordenó que se suspendieran las negociaciones con bancos de Brasil. Pese a ello, Sinibaldi calificó de "campaña negra" este caso de corrupción.
Asimismo, el mandatario confirmó el pasado viernes que Sinibaldi, por entonces ministro de Comunicaciones, había viajado a Brasil para supervisar contratos de obras. Ante ello, el precandidato presidencial por el suspendido Partido Patriota detalló que su primer viaje a Brasil lo realizó para gestionar un préstamo, el cual se destinó a la reconstrucción del tramo carretero del municipio de Cocales, Suchitepéquez, a Tecún Umán, San Marcos.
El segundo viaje, dijo, lo hizo por invitación oficial de parte de las autoridades del Ministerio de Desarrollo de Brasil, el pasado 24 de octubre de 2013, cuando aún estaba al frente de la cartera de Comunicaciones.
Hoja "shuca"
La hipótesis del financiamiento de OAS a la campaña de Sinibaldi se basa en un documento encontrado entre los papeles del presidente de esta empresa brasileña.
El exministro de Comunicaciones calificó de "hoja shuca" este documento. En este se detalla que Sinibaldi habría recibido 1 millón de dólares, en 20 cuotas de 50 mil dólares, a través del publicista Antonio Solá, presunto jefe de campaña.
Reiteró que no ha recibido ni un centavo de parte de la empresa OAS y que nunca ha tenido relación con la misma. Asimismo, aseguró que ninguna de las empresas que realizan los trabajos de ampliación en la ruta al Pacífico tiene relación con OAS.
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Para despejar las dudas, Sinibaldi se comprometió a que no recibirá financimiento alguno del extranjero, para evitar suspicacias, ya que considera que como empresario estará financiando su propia campaña.
