El no cumplir con la meta de recaudación de impuestos fue suficiente para que el Presidente Otto Pérez aceptara la renuncia del director de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) Carlos Muñoz.
Será el Directorio de la SAT el que deberán abrir un proceso de evaluación para designar el reemplazo de Muñoz, quien asumió como superintendente en abril de 2013 y cesó este 5 de enero de 2015. De acuerdo con el vocero presidencial, Jorge Ortega Gaytán, el mandatario aceptó la salida del director sin precisar detalles.
Muñoz se convierte en el tercer funcionario en despedirse de la dirección de la Administración Tributaria en lo que va de este Gobierno. Rudy Villeda, confirmó su renuncia de la SAT en febrero de 2012, a penas un mes después de que asumiera la presidencia Pérez Molina, en su lugar fue designado Miguel Gutiérrez.
Gutiérrez renunció de la administración tributaria en marzo de 2013, luego de sucederse varios roces con Pavel Centeno, ministro de Finanzas en ese entonces (quien renunció posteriormente), en su lugar fue nombrado Muñoz, quien salió por la puerta de atrás este lunes.
Números rojos
La salida de Muñoz de la SAT no era novedad, puesto que se cumplía el segundo año consecutivo bajo su mando en que el ente recaudador no lograba alcanzar las metas de captación de impuestos, lo cual dificulta el financiamiento del Estado, lo cual motivó que se gestionaran los bonos del tesoro por 2 mil 800 millones de quetzales para financiar el gasto de los últimos meses del Gobierno.
Al 31 de diciembre de 2014, la recaudación tributaria preliminar cerró en 49 mil 40.6 millones de quetzales, mientras que la meta de captación de impuestos era de 51 mil 500 millones, la brecha fue de 2 mil 461 millones de quetzales, según confirmó Mario Riveiro, gerente de Planificación de la SAT.
Riveiro destacó que fue el Impuesto Sobre la Renta (ISR) el que más afecto la recaudación general, ya que se tenía prevista una captación de 16 mil 600 millones de quetzales, pero solo fueron captados 14 mil 200 millones, dejando una brecha de 2 mil 400 millones, por otro lado, tampoco se recaudaron 61.4 millones del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
El artículo 27 de la Ley Orgánica de la SAT establece que una de las causales para destituir al Superintendente de Administración Tributaria es no alcanzar la meta de recaudación.
La decisión se cumplió, ahora resta esperar quien será el encargado de administrar la captación de impuestos de 2015, tomando en cuenta que la SAT deberá enfrentar un déficit de 1 mil 344 millones de quetzales, dinero que se recaudaría del Impuesto a la Telefonía, mismo que se encuentra suspendido por la Corte de Constitucionalidad (CC).
