El Tribunal Cuarto de Sentencia, dictaminó que el guardia de seguridad privada Mynor David Guevara Ténaz, que disparó contra Patricia Samayoa en el interior de una farmacia, debe cumplir una sentencia, no de prisión sino de internamiento en un centro de salud mental.
El juicio, que se realizó a puerta cerrada, terminó este miércoles con el inusual veredicto.
Los jueces determinaron que el problema de trastorno bipolar que padece Guevara, debe ser tratado en el Hospital Federico Mora, donde actualmente está internado.
El tribunal no fijó plazo para el internamiento, solo mencionó “tiempo indefinido” lo que hace suponer que si no se cura, podría ser una sentencia de por vida.
Samayoa, que laboraba como coordinadora del Proyecto para la Mujer en la oficina de Desarrollo Social de la Municipalidad, fue asesinada el 3 de julio de 2014 adentro de una farmacia de la zona 1.
Edgar Pérez, abogado de la familia de la víctima considera que “se trata de una sentencia adecuada, que evidenció la falta de control del Estado sobre las empresas de seguridad”, Pérez anunció que el próximo lunes se realizará una audiencia donde pedirán una indemnización al Estado por el daño.
Guardia era convicto
Guevara Ténaz, era un convicto con problemas de salud mental, que fue contratado por la empresa Shield Security. Se presume que la compañía no revisó el historial del guardia y lo contrató para prestar servicios de seguridad para lo cual le entregó una escopeta.
Los antecedentes en el Organismo Judicial revelan que Guevara fue sentenciado en 1998 a 15 años de prisión por otro homicidio.
Además en el Hospital Federico Mora, existe un expediente clínico abierto, donde se hace constar que necesitaba tratamiento ambulatorio.
El Inacif confirmó que el padecimiento es un trastorno bipolar mixto que lo hace padecer de momentos de ansiedad y euforia.
La víctima Patricia Samayoa
Patricia Samayoa acababa de cumplir 59 años cuando falleció, había trabajado en la Municipalidad durante 14 años.
Según la versión de testigos, Samayoa llegó a la farmacia para comprar un medicamento que no encontró, la defensa del guardia dijo a un inicio del proceso que su cliente pensó que la mujer asaltaría el negocio, aunque después se propuso el juicio especial por la enfermedad mental del victimario.