Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, exbinomio presidencial ya se encuentran en la Torre de Tribunales para la audiencia de primera declaración por el caso conocido como TCQ (Terminal de Contenedores Quetzal), en el que aparentemente estarían involucrados.
Por este caso fueron capturadas otras nueve personas el pasado viernes, entre ellos Juan José Suárez, director de TCQ, y Jonathan Chévez, a quien se le vincula como testaferro y lavador de dinero de Pérez y Baldetti.
Además, ese mismo día fue recapturado Gustavo Martínez, yerno y exsecretario de Otto Pérez, así como Julio Sandoval, exsubinterventor de la EPQ, los sindicalistas de los trabajadores del Puerto Quetzal: Lázaro Reyes, Julio César Zamora y Julio Roberto Esquivel Orellana, acusados de enriquecimiento ilícito.
Otro cinco involucrados permanecen pendientes de captura porque no se encuentran en el país, se trata de Ángel Pérez y Mauricio Garín, personeros de TCQ; Allan Marroquín y William Schwank, de la EPQ; y Guillermo Lozano, testaferro de Pérez Molina y quien aparentemente fungió como negociador inicial del fraude.
Según las investigaciones, los involucrados habrían recibido sobornos para facilitar los trámites en la construcción de la ampliación del Puerto Quetzal por una empresa española.
El proyecto está valorado en 177 millones de dólares y 126.2 millones de estos son financiados por préstamos con entidades internacionales, de los cuales 61.2 millones de dólares fueron aportados por el Banco Mundial, a través de su brazo de inversión privada IFC.