Cerca de 11 mil cocodrilos de la especie conocida como cocodrilo americano, se encuentran padeciendo hambre luego de que fueran congelados los bienes de sus propietarios: la familia Rosenthal de Honduras, que fue puesta en lista negra por el gobierno de los Estados Unidos, que los acusa de lavar dinero para el narcotráfico.
Los cocodrilos se encuentran distribuidos en 135 lagunas escondidas entre la maleza y arbustos reverdecidos por los recientes aguaceros.
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Según su página de internet, la empresa "Cocodrilos Continental" de la familia Rosenthal fue creada con "fines comerciales" y de "conservación de la especie". Su presupuesto era de un millón de dólares anuales entre salarios y alimento para los animales.
El objetivo de la compañía era exportar la carne y las pieles a Estados Unidos y Canadá. El criadero es propiedad de la familia Rosenthal, de la cual tres de sus integrantes fueron acusados el mes pasado de narcotráfico en Estados Unidos y sus bienes fueron congelados.
La finca está situada en jurisdicción de San Manuel, en el departamento de Cortés, 220 kilómetros al norte de la capital hondureña, donde unas 60 pequeñas pilas de cemento albergan también a los recién nacidos. En otro estanque de cemento ha estado funcionando un hospital para atender a unos 60 reptiles enfermos, cuyo tratamiento fue suspendido. En medio de la finca de 30 hectáreas, siete escuálidos leones pernoctan en jaulas de hierro, compartiendo la desgracia de la falta de alimentos.
Autoridades del estatal Instituto de Conservación Forestal (ICF) llevaron 3 mil libras de pollo a los guardias, pero los trabajadores se niegan a darle la comida a los animales como medida de presión para que les paguen su salario de 340 dólares mensuales. "Las 3 mil libras no sirven de mucho, porque un cocodrilo se come hasta medio caballo en un día", reconoce uno de los empleados. "Pero algo se hace", agrega.
Rehusándose a dar sus nombres, los tres empleados que quedan en la finca dijeron que están pensando abandonar el lugar y buscar trabajo en otro lado. Aseguraron que si dejan abandonados a los animales, será "feria" de muchas personas que merodean en los alrededores con intenciones de robarse los cocodrilos para comérselos.