La persona que asuma la jefatura de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) será la responsable de orquestar una recuperación en la captación de impuestos y mostrar resultados prometedores cada mes, en medio de una crisis profunda de credibilidad. La posición ofrece un ingreso de 80 mil quetzales, pero nadie quiere asumir esa responsabilidad.
El 4 de mayo pasado la SAT lanzó una convocatoria pública para que los profesionales interesados en participar en el proceso de selección del nuevo jefe de la Administración Tributaria presenten sus hojas de vida.
Sin embargo, nadie llegó, comentan fuentes internas de la entidad. La convocatoria se volvió a promocionar en diferentes medios de comunicación, pero la presencia de profesionales interesados es mínima.
Edgar Pape, miembro suplente del Directorio, explicó que dos personas han presentado su papelería en los últimos diez días y que se encuentran trabajando en las estrategias para trasladar el mensaje a la población.
El plazo vence el próximo viernes 22 de mayo y el Directorio tendrá que iniciar el proceso con las personas que se presenten. Estas deberán tener aptitudes profesionales en materia tributaria para calificar.
Soy502 pidió opinión del Ministerio de Finanzas sobre dicha situación, pero el departamento de comunicación informó que durante esta semana podrían presentarse más personas y que los resultados de si fue o no exitosa la convocatoria se darán a conocer hasta el viernes cuando concluya el plazo.
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Polémico puesto
Omar Franco, exdirector de la SAT, fue nombrado jefe de la Administración Tributaria en enero pasado, luego que fuera destituido Carlos Muñoz por incumplimiento de metas. Ambos fueron arrestados en abril junto a 20 personas más, sindicados de pertenecer a una red de defraudación aduanera que desvió alrededor de 1 mil millones de quetzales anuales.
Alfonzo Castillo, intendente de Recaudación, asumió temporalmente pero fue criticado ya que había sido destituido en 2012 supuestamente por ser colaborador del contrabando y fue recontratado en el Ministerio de Finanzas; la opinión pública señalaba que debía ser investigado.
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Finalmente, el presidente Otto Pérez nombró a Elder Fuentes como jefe interino de la SAT, pero este no ha tenido encuentros favorables con la prensa puesto que en dos ocasiones no ha sido capaz de responder a los cuestionamientos de los medios de comunicación sobre qué hará para recuperar la credibilidad en la SAT, principalmente con la caída en el sistema de la SAT del 1 de mayo y que ha sido la más prolongada de su historia, lo cual complicó el comercio internacional durante 72 horas en todas las aduanas del país.
Consultado al respecto, Paulo de León, analista del Central American Bussines Inteligence (CA-BI), detalla que se trata de una institución que sigue en el ojo del huracán, bajo investigación, donde muy poco se puede hacer.
