El senador republicano electo por la Florida, Marco Rubio, ha puesto en aprietos a la Comisión Contra la Impunidad en Guatemala, y de hecho, a la lucha contra la corrupción en este país.
El sábado, el senador anunció que estaba poniendo en suspenso los fondos que el gobierno de los Estados Unidos ha asignado a la Cicig. La moción afecta un aporte de seis millones de dólares, correspondientes a 2017 que aún no han sido desembolsados.
Cuando se conoció la noticia, hablé con cuatro contactos del ámbito diplomático y del gobierno de los Estados Unidos para entender cuáles son los alcances del "hold" de Rubio, un parlamentario conservador que el embajador de Guatemala en Washington, Manuel Espina, ha cortejado por años.
It was an honor to meet @jimmymoralesgt at @EmbaGuateUSA alongside @repcuellar and @marcorubio on Wednesday to discuss the importance of strengthening bilateral relations between #America and #Guatemala pic.twitter.com/NCDE8F3h42
La página oficial del Senado de los Estados Unidos define el “hold” como una “práctica informal mediante la cual un senador informa a su jefe de bancada que no quiere que una moción legal sea conocida. El líder de la mayoría puede o no seguir los deseos de este senador, pero ya sabe que el opositor podría desarrollar tácticas dilatorias u obstructivas (“fillibuster”) para detener la moción que adversa”.
No existe un tiempo límite para un “hold”: puede durar semanas, días, meses. Sin embargo, me indicaron que cuando surge un disenso así, lo usual es que los senadores se hablen para resolverlo.
Por la prominencia de Cicig, esta vez nos estamos enterando del “hold” del Senador Rubio, quien lo ha justifiado mencionando el caso de la familia Bitkov. Este proceso está en manos del presidente Jimmy Morales, quien podría darles asilo en un abrir y cerrar de ojos y garantizarles de esta manera la libertad.
Sin embargo, me señalaron que ya en otras ocasiones ha habido situaciones parecidas a esta, donde han quedado en suspenso fondos del gobierno estadounidense para varios programas, en tanto se resuelven dudas manifestadas por congresistas.
Lo que procede ahora es esperar que Rubio, quien preside el subcomité de relaciones exteriores asignado al hemisferio occidental, haga explícitas sus dudas específicas sobre Cicig, hasta que queden resueltas a su entera satisfacción.
Por ahora, la carta que envió Rubio al presidente Jimmy Morales, así como el boletín noticioso que él mismo publicó ,exige “respuestas claras acerca del maltrato a la familia Bitkov” y si acaso, el gobierno ruso tuvo influencia sobre Cicig.
I support the idea behind #Cicig but new signs here of how it is being manipulated & used by radical elements on the left & even #Putin. Read this piece: Kremlin Revenge in #Guatemala https://t.co/XoGA4tbtGQ
A esas acusaciones se suma otra, no explícita en la comunicación oficial otra vez, pero que el senador Rubio incluyó en un tuit el 26 de marzo, cuando manifestó que Cicig había sido manipulada por “elementos radicales de la izquierda”. Esta denuncia es una de las banderas del bloque anti Cicig guatemalteco, especialmente de varios diputados que trataron de excarcelar dos terceras partes del Código Penal o los cuatro que firmaron como responsables de un lobby en Washington.
I support the idea behind #Cicig but new signs here of how it is being manipulated & used by radical elements on the left & even #Putin. Read this piece: Kremlin Revenge in #Guatemala https://t.co/XoGA4tbtGQ
Sin duda alguna, Rubio se ha convertido en un opositor importante para Cicig, pues pertenece a dos comités claves: el de relaciones exteriores y el de presupuesto.
Dicho esto, el decano o “ranking member” del comité de presupuesto es el senador demócrata Patrick Leah, del estado de Vermont, quien ha apoyado con convicción a la Cicig, el MP y la lucha contra la corrupción en Guatemala en otras oportunidades. El presupuesto recién aprobado no conlleva cambios para la región del Triángulo Norte de Centroamérica, lo cual indicaría que desde el punto de vista presupuestario, la política para la región no había cambiado.
Por ahora, Cicig enfrenta la tarea ineludible de buscar apoyos en el Senado de los Estados Unidos para persuadir a Rubio de levantar el "hold", pues por ahora su principal fiduciario es el gobierno de los Estados Unidos. Como me dijo un diplomático norteamericano: "al gobierno norteamericano le preocupa el tráfico de drogas, la migración, las pandillas y la relación que la corrupción tiene con todo esto. Puede ser que algunos no comprendan los vínculos entre estos intereses y la corrupción, basados en los reportes que han leído".
El “hold” de Rubio abre para la Cicig un frente internacional al que ahora deberá dedicar una atención prioritaria, en el momento menos oportuno: cuando está a punto de asumir una nueva Fiscal General, cuyo enfoque y compromiso es incierto aún, y cuando enfrenta la hostilidad manifiesta del gobierno de Morales.
El senador Rubio le ha puesto a Cicig la mano en la garganta…
Eso, mientras no venga otro gobierno y ofrezca cubrir el espacio que abren así los Estados Unidos. Esto no es fácil, requiere maniobras políticas en parlamentos y agencias de cooperación y puede llevar meses. Pero imposible, tampoco es.
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