El Presidente Otto Pérez Molina envió al Congreso de la República una nueva solicitud de prórroga del Estado de Calamidad por la canícula que afectó al país el año pasado; sin embargo, a diferencia de otras solicitudes del mandatario esta fue rechazada por unanimidad.
En total, 128 diputados votaron en contra de conocer la prórroga, y presentaron una moción privilegiada para Improbar definitivamente la solicitud; pero, antes de la votación, una estrategia del partido oficialista provocó que la sesión se suspendiera.
Con más de media hora de retraso, el Congreso inició su sesión ordinaria con el fin de conocer la solicitud enviada por Pérez Molina, tal y como ha sucedido durante los últimos tres meses desde que venció el Estado de Calamidad.
Un Estado de Calamidad permite que se realicen contratos obviando los mecanismos de la Ley de Compras y Contrataciones. Los diputados opositores señalaron que el Gobierno utiliza esta medida como una “puerta de corrupción”.
Pero, a pesar del rechazo de los diputados nunca ratificaron, aprobaron o improbaron el Estado de Calamidad, siempre fue enviado a la Comisión de Gobernación. La interpretación oficialista, dicta que mientras el Congreso no haga nada, el Estado de Calamidad es vigente y válido.
Trámite confuso
Durante la sesión plenaria, los diputados señalaron que el audio fallaba frecuentemente impidiendo que se escuchara lo que otros legisladores decían. Roberto Villate, de Líder, señaló que debía declararse Estado de Calamidad el sonido. "Mejor debería traer equipo de transmisión y aquí con nuestros radios nos escucharíamos ¿verdad Presidente?", dijo a Luis Rabbé, presidente del Congreso.
Además, Rabbé habría cometido varios errores. Uno de ellos sucedió mientras se discutía la prórroga, y de un momento a otro cambió el orden y dio trámite a una moción privilegiada que buscaba integrar las comisiones de trabajo.
Luis Pedro Álvarez, diputado de Encuentro por Guatemala, señaló la equivocación de Rabbé y le dijo que no podía dejar de lado conocer una Ley de orden constitucional por una ordinaria. Varios diputados le pidieron retractarse.
Luego de varios minutos de analizar, Rabbé enmendó el trámite y continuó con la discusión de la prórroga al Estado de Calamidad.
De inmediato, el PP presentó una moción para conocer la prórroga de Urgencia Nacional. Luis Fernando Pérez, del PRI, pidió un receso a Rabbé para que los jefes de bloque se pusieran de acuerdo. Acepta y la reunión sucede en el centro del Hemiciclo.
Todos contra uno
Luego de casi media hora de discusión, los diputados volvieron a sus curules y Rabbé reinició la sesión llamando al voto para aprobar la moción. En total 128 diputados dijeron que no y solo uno a favor del oficialista se observó.
Mario Taracena, diputado de la UNE, aplaudió lo sucedido en el Congreso, ya que era la primera vez en la actual legislatura que todo el hemiciclo le dice que no al Organismo Ejecutivo.
Estrategia de dilatación
De inmediato, Pérez, de PRI, presentó una moción privilegiada para improbar definitivamente la solicitud, la cual fue aceptada por Rabbé; pero unos minutos después le dio la palabra a Gudy Rivera, del PP y de inmediato se escuchan abucheos.
Rivera advirtió a los diputados para que se “pongan cómodos” ya que tendrían una larga discusión sobre la prórroga.
El diputado oficialista comenzó a leer cada uno de los párrafos de la solicitud, analizando cada uno, y repitiendo hasta tres veces los nombres de los departamentos que fueron afectados por la sequía, incluso eran leídos con mucha lentitud.
Mientras Rivera hacía esto, el resto de diputados comenzó a marcharse al ver que Rivera no se detendría. Se pidió una revisión del cuórum y en efecto, este ya no llegaba al mínimo, por lo que la sesión fue suspendida y la discusión continuará el próximo jueves a partir de las diez horas.