En febrero de 2016 se empezó un proyecto piloto de restauración de corales en el caribe guatemalteco iniciado por tres mujeres: Ana Giró, Ángela Mojica y Silja Ramírez.
El primer paso fue concursar en el Programa de Liderazgo en el Sistema Arrecifal Mesoamericano (Liderazgo SAM) que es una iniciaiva del Fondo Mexicano para la conservación de la naturaleza. Y su objetivo principal es empoderar a líderes emergentes de México, Belice, Guatemala y Honduras para que implementen “proyectos de conservación de alto impacto”.

Con el apoyo económico de Liderazgo SAM es que las líderes han llevado a cabo su trabajo en el área del caribe (Livingston, Puerto Barrios). Y se enfocan en las comunidades de: Livingston, Cabo Tres Puntas, Barra Sarstún, Cocolí y Buena Vista.
La restauración de corales consiste “en llevar un ecosistema degradado a su estado original… el fin es encontrar respuestas para recuperar los arrecifes que han sido impactados por el hombre”, explican Mojica y Giró.
De la misma manera, la iniciativa involucra a las comunidades locales a ser partícipes de los esfuerzos para recuperar el estado y productividad de los arrecifes. Las capacitaciones están orientadas a los pescadores artesanales y según las ecólogas el nivel de aceptación de la población ha sido muy bueno.
No obstante las líderes comentan que las dificultades a las que se han enfrentado han sido demostrar que el plan es económicamente viable y “que todo lo que encuentran las personas en el mar se lo roban”, explica Giró.
A pesar que hace falta esperar los resultados del mes de julio, las investigadoras explican que el proyecto piloto les está sirviendo para saber si es apto para Guatemala, “la idea es que vieran que sí se puede hacer algo para todos”, expresa Mojica.