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En la última semana, el presidente Otto Pérez Molina decidió revisar contratos firmados por dependencias del Ejecutivo que han levantado sospechas, a pesar de que antes, incluso, los defendió. Este martes confirmó que en tres de ellos se encontraron anomalías y han empezado acciones legales para rescindirlos y, en algunos casos, tratar de recuperar dinero que ya había gastado su Gobierno.
Los tres contratos que presentan anomalías son:
La fórmula para limpiar el lago de Amatitlán
El contrato de la fórmula para limpiar el lago de Amatitlán estaba dividido en dos. Uno, de 22 millones de quetzales, que era para comprar el líquido que se aplicaría en el lago,y otro, por 115 millones de quetzales, que era para costear la aplicación. Este último ya fue rescindido. Sin embargo, el primero ya se había pagado a la empresa M Tarcic Enginneering Ltda.
“Lo encontrado fue un PH cercano a 1, que es considerado extremadamente ácido lo que conlleva a que se considere riesgoso para el uso, para la manipulación, es decir, que podría quemar la piel.”
Aura Marina López
, Fiscal de delitos contra el Ambiente.
El presidente Pérez Molina dice que se encontraron anomalías y que la Procuraduría General de la Nación, la Secretaría General de la Presidencia y la Contraloría General de Cuentas “están viendo si se puede accionar en contra de la empresa para que se devuelvan los 22 millones“.
La formula que se iba a utilizar para limpiar el lago de Amatitlán es dañina, incluso puede quemar la piel, según el Ministerio Público. (Foto: Archivo/Soy502)
Esto implicaría un proceso legal largo, que se basaría en que el Estado de Guatemala fue estafado por la empresa y no es posible saber cuanto tiempo se necesitará para poder recuperar lo invertido. El Ministerio Público ya dio a conocer que la fórmula que se iba a utilizar es agua con sal, con un Ph extremadamente ácido que podría llegar a quemar la piel.
Además, tendrán que señalar a los responsables de firmar el contrato en el Ejecutivo. “Vamos a deducir responsabilidades de eso“, explicó el Mandatario.
El parqueo del aeropuerto
En diciembre de 2014, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) firmó un contrato con la empresa Constructores y Consultores Viales, S.A. para dar en arrendamiento, por 15 años, el espacio de parqueo de los visitantes del aeropuerto internacional La Aurora. Por este contrato, la DGAC recibe 303 mil quetzales al mes. Sin embargo, antes del arrendamiento percibía un promedio de 500 mil mensuales. Es decir, en total, por firmar ese contrato el Estado perdería más de 36 millones de quetzales. Está vigente desde enero, es decir ya se dejó de recibir 1 millón de quetzales.
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36
millones
de quetzales perdería el Estado de Guatemala por el contrato firmado por la DGAC para arrendar el espacio de parqueos a una empresa privada por 15 años.
Este contrato ya fue rescindido y, según el presidente Pérez Molina, solo se está a la espera que la DGAC tome el control del lugar de nuevo.
El combustible en el Aeropuerto
La DGAC firmó un contrato con la empresa Terminales del Atlántico, S.A. (TASA) del grupo Unopetrol para el diseño, construcción, operación y mantenimiento del nuevo sistema de distribución de combustible para los aviones en el aeropuerto internacional La Aurora. Según el presidente Pérez Molina se encontraron anomalías en el proceso de licitación.
Las empresas Chevron y Puma Energy, que perdieron la licitación aseguran que en este proceso se pidieron características, como que debían operar en cuatro aeropuertos de Centroamérica, que solo TASA podía cumplir.
Este contrato será rescindido en los siguientes días. De no hacerlo, Puma Energy y Chevron deben detener sus operaciones el 4 de junio aunque aún no este funcionando la nueva planta que administraría TASA. Ellos se encargan del 85% de la distribución de combustible de los aviones.
Los últimos dos contratos fueron defendidos por el interventor de la DGAC en anteriores ocasiones, sin embargo, ahora que se han rescindido no respondió las llamadas por teléfono.
