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Con un ceremonia, cada vez más parecida a la del grito de independencia con la que los mexicanos celebran su emancipación, el gobierno guatemalteco derrochó logística, pólvora y recursos para conmemorar el 193 aniversario de la independencia nacional.
La lista de elementos no tan guatemaltecos que adornaron la noche del 14 de septiembre comenzó con el grupo de cumbia, Sonora Dinamita, que animó a los asistentes a la Plaza de la Constitución, donde se encendió la antorcha. Todo transcurrió por la tarde, previo al Tedeum en Catedral Metropolitana y a la nueva ceremonia del "grito" que ha implementado la administración Pérez Molina desde el año pasado.
Desde el año pasado, tal y como se hace en México, el Presidente Pérez Molina se ubica en un balcón para dirigir su mensaje de independencia y dar el grito de "Viva".
Se trata de una copia casi idéntica a la ceremonia mexicana: misma bandera gigante, mismo grito de "¡Viva!", mismas luces y fuegos artificiales, todo al filo de la media noche.
Una enorme bandera fue confeccionada, para que luzca al centro de la plaza. Izquierda, el acto en Guatemala, derecha, el acto en México.
Mientras los ministros y altos funcionarios de gobierno recurrían a capas y sombrillas para cubrirse de la lluvia, ya que a ellos los ubicaron en plena plaza, frente al "balcón presidencial", el Gobernador departamental, Luis Palma, leyó completa el Acta de Independencia.
Fue entonces cuando Pérez trató de replicar en su acto el grito de independencia que los mandatarios mexicanos dan en el Zócalo a la media noche del 15 de septiembre, en donde los asistentes le contestan a gritos varios ¡Viva!.
En el caso del presidente guatemalteco, su coro empezó bien luego de pronunciar "Viva Guatemala libre e independiente (Viva), viva nuestra patria próspera y en paz (Viva), no al hambre y la violencia, si a la paz si a la vida (aquí los asistentes no supieron que contestar)".
Durante toda la noche, la parafernalia tuvo como fondo el jingle gubernamental que repite sin cesar el discurso gubernamental "Vamos para adelante".
El remate del Presidente fue un: "¡Viva Guatemala, Viva Guatemala, Viva Guatemala! Y que Dios los Bendiga!".
Acto seguido, un show de juegos pirotécnicos y luces proyectadas sobre la fachada del Palacio Nacional de la Cultura, un lujo que, junto a la Sonora Dinamita, no resultan coherentes ante las dificultades presupuestarias de la administración de Pérez Molina, y que además no aparece detallado en el Portal de Contrataciones del Estados, Guatecompras.
Los actos, como ocurre en México, a la derecha, concluyen con un show de luces y fuegos artificiales.
Por fin, a eso de las 12:42 minutos de la madrugada, la banda marcial tocó la granadera a la vicepresidenta Roxana Baldetti y al presidente Pérez para que se retiraran y los actos concluyeran.
¡Viva Guatemala!... Tu nombre inmortal #193AñosDeIndependencia pic.twitter.com/qljYeQm7Hx
— Otto Pérez Molina (@ottoperezmolina) septiembre 15, 2014
