Durante el primer día de la audiencia de primera declaración de 16 de los 17 capturados del caso llamado “Impunidad y defraudación una red de corrupción en la SAT” o La Línea 2, el Ministerio Público (MP) reprodujo 74 de 150 interceptaciones telefónicas que evidencian según los investigadores cómo funcionarios de la Superintendencia de Administración Tributaria, alteraron documentos oficiales para desestimar tres denuncias por defraudación tributaria contra la empresa Aceros de Guatemala.
Durante las conversaciones, los protagonistas de la nueva trama de corrupción se llamaban por pseudónimos algunos de los que hasta ahora han salido a luz son “Poncho” para referirse al exintendente de asuntos jurídicos Alfonso Castillo, a quien se le encontraron durante un allanamiento casi tres millones de quetzales en su vivienda.
“El Chiquito” o “Chiquitillo” era el alias del exintendente de fiscalización Ariel de Jesús Guerra, quien logró que el juez dejara sin efecto la orden de captura en su contra al presentarse de manera voluntaria al juzgado.
“Lentecitos” es como se reconoce al exintendente de la SAT, Omar Franco, con ese mismo sobrenombre se le conoce en el primer caso de corrupción conocido como La Línea.
“El 1” es como se le ha conocido al expresidente Otto Pérez Molina, el seudónimo también se escuchó en las interceptaciones durante una conversación del sindicado Geovanny Marroquín con el exintendente Alfonso Castillo.
“El Chaparro” así se le conocía a Rigoberto Chacaj, contador de la empresa Tres Puertos, S. A.
El número telefónico intervenido era el de Geovanny Marroquín, operador de la estructura de defraudación en aduanas La Línea, Marroquín gozaba de la confianza del entonces presidente Otto Pérez Molina, a quien habría conocido a través de Estuardo Salvador González, alias “Eco”, ambos habrían presentado al exmandatario el plan para “mejorar la recaudación” que terminó siendo una estrategia para cobrar sobornos a importadores.
Marroquín está ligado a proceso por el caso La Línea y el próximo 7 de marzo debe presentarse a otra audiencia donde se definirá si enfrentará juicio por el primer suceso.
Las conversaciones que Marroquín sostuvo por el caso de Aceros de Guatemala, son parte de lo que el MP llama “hallazgos inevitables” dentro de las interceptaciones de La Línea.
Las llamadas reproducidas fueron intervenidas en diciembre de 2014.