Desde lavarse las manos con abundante agua, hasta usar mascarilla, son algunas de las recomendaciones emitidas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). (Foto: Marcelo Jiménez/Soy502)
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En estos días, los amaneceres y atardeceres podrían verse en tono rojizo en en Guatemala y Centroamérica, pero el bello espectáculo podría traer un mensaje poco alentador, ya que se trata de la nube de arena proveniente del desierto Sahara en África. Pero, ¿por qué esta arena o polvo llega desde tan lejos?
Según los técnicos del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología e Hidrología (Insivumeh) y la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), las corrientes fuertes de aire provocan que este fenómeno se observe en varios países de América.
Según Eddy Sánchez, director del Insivumeh, las tormentas de arena en el Sahara provocan que se eleven a la atmósfera grandes cantidades de polvo y arena que, suspendidos, logran viajar grandes distancias mucho más allá del desierto, logrando llegar hasta Europa o América.
“El polvo que hay en dispersión desde África se desplazó sobre el Atlántico y ha sido incluso capaz de llegar hasta el Caribe y Centroamérica”
El flujo del Este acelerado también ha restringido casi absolutamente las lluvias sobre el país, transportando a su vez las masas de aire frío, lo que se ha sentido con un cambio de temperatura más fresco.