Cuando el plan “A” para recaudar los impuestos e inyectarlos al gasto falló, el Ministerio de Finanzas señaló este lunes su plan “B”: reducir el gasto en todas las instituciones del Estado con el fin de ubicar recursos para pagar deudas.
Así lo destacó el ministro de Finanzas, Dorval Carías, quien dijo que sería necesaria tan solo una contención del gasto para recuperar lo que la Administración Tributaria dejó de recaudar en cinco meses, que son casi 1 mil 900 millones de quetzales.
El plan “A”, dijo Carías, era que la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) mejorara con medidas administrativas para incrementar la captación de impuestos y que el precio del petróleo subiera en el mercado internacional, para aumentar los ingresos tributarios por importación de hidrocarburos.
Ya que la mejoría en la SAT no se prevé en el corto plazo, y que el precio del petróleo es totalmente impredecible, la única salida que el Gobierno vislumbra es reducir el gasto de forma inmediata y “drástica”.
Carías señaló que los ministerios de Educación, Salud y Gobernación son intocables, ya que sus gastos son prioritarios para la población, pero el resto de carteras y secretarías han sufrido ya un recorte por la baja recaudación.
De acuerdo con el ministro, se requieren 800 millones de quetzales para pagar deuda, sin embargo, no explicó de donde saldrá el resto de los 1 mil 100 millones de quetzales para que la administración pública opere sin contratiempos.
El problema de estas medidas es que nunca concluyen como se espera, tal y como sucedió el año pasado, cuando la baja recaudación impactó en los ingresos del Estado y este recurrió al Congreso para que le aprobaran 2 mil millones de quetzales en bonos, de los cuales 1 mil 100 millones fueron utilizados para pagar deuda.
¿Plan C?
Siempre existe un plan alterno por si otro no funciona, dado que la contención del gasto ha fallado en años anteriores y nunca es suficiente para sustituir los ingresos ordinarios: a veces la salida es la obtención de más deuda.
El ministro de Finanzas negó la posibilidad de negociar un préstamo, así como la emisión de letras de tesorería, pero no descartó que se intente que el Congreso apruebe 4 mil millones de quetzales en bonos del Tesoro.
