Uno de los protagonistas de las Navidades es el arbolito que en estas fechas adorna salas y salones. Y qué mejor que hacerlo con un Abies guatemalensis Rehder, más conocido como pinabete, una especia endémica del país, única en el mundo por su aroma.
Desde el Instituto Nacional de Bosques (Inab) y el Consejo de Áreas Protegidas (Conap) se trabaja para proteger esta especie que supone una gran producción. En 2014, la venta de árboles supuso cerca de 3.5 millones de quetzales. Este año se espera superar esa cifra con la venta de cerca de 15 mil árboles, 1 mil en maceta y 10 mil subproductos.
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En Tecpán se encuentran las mayores fincas de comercialización de este tipo de árbol. Sin embargo Conap tiene registradas 26 mil hectáreas de bosque de pinabete que se reparten por Quetzaltenango, San Marcos, Totonicapán y parte de Huehuetenango.
"El mayor bosque de pinabete tiene 12 mil hectáreas y se encuentra en los 48 Cantones de Totonicapán", explicó Erick Alvarado, asesor forestal de Conap.
El propósito de la plantación de pinabete no es meramente comercial, si no también se colabora con la reforestación de los bosques y al conservación de la especie. "En nuestra plantación cada año se reforesta un promedio de 10 mil pinabetes", explicó Juan Luis Jarquín, representante de la finca El Espinero.
El pinabete
Este tipo de árbol es característico de la región occidental del país porque necesita frías temperaturas. Se da en alturas entre los 2,400 y 3,800 metros sobre el nivel del mar.
"Es un arbol que requiere muchos cuidados", explican su productores. "Ya que necesita una altura necesaria entre los 6 y 9 años para que pueda ser cortado".
Peligro de contrabando
El pinabete legal y toda las coronas o guirnaldas originales son aquellas que llevan su marchamo que identifica su garantía. No obstante existe un alto porcentaje que se comercializa ilegalmente.
La División de Protección a la Naturaleza de la Policía Nacional Civil (Diprona) cada año despliega un fuerte operativo entre el 15 de noviembre y el 20 de diciembre para frenar el contrabando de esta especie.
"Si una persona es sorprendida de manera ilegal transportando o recolectando, según el artículo 82 de la Ley de Áreas Protegidas sobre tráfico ilegal de flora y fauna, con una pena de prisión de 5 a 10 años y económica de 10 mil a 20 mil quetzales", según explicó el Inspector José Monterroso.
Además, si una persona es sorprendida portando o comprando será puesta a disposición de un tribunal.
* Con información de Jorge Raúl Sente/Soy502