El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, instó el martes a cambiar el rumbo del planeta frente a los peligros del calentamiento global, en una cumbre sobre el clima en la que participan más de 120 jefes de Estado y de gobierno.
Francia fue uno de los primeros actores en formular un anuncio concreto: una contribución de 1.000 millones de dólares al Fondo Verde para el clima, creado en la cumbre de Copenhague en 2009 para enfrentar las consecuencias del calentamiento global y que desde entonces apenas ha recibido dinero.
Activistas ven esta reunión como un punto de inflexión en la lucha contra el calentamiento global. El domingo, unas 600.000 personas se movilizaron en varias ciudades del mundo, con una histórica marcha en Nueva York que reunió a 310.000 manifestantes según los organizadores.
Muchos científicos afirman que, vistos los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero, las temperaturas habrán aumentado al final del siglo XXI en más de cuatro grados respecto a la época preindustrial. En caso de lograrse un acuerdo en París, entraría en vigencia en 2020.
América Latina mira al Norte
Del lado de América Latina, los presidentes que intervinieron defendieron el accionar de la región y exigieron a los países industrializados del norte cumplir con sus responsabilidades históricas.
Rousseff se refirió a la acumulación de desastres naturales en los últimos años, adjudicada por la mayoría de los expertos al cambio climático, y recordó que afectan mayormente a los pobres.
"En un mundo de injusticia ambiental los pobres son los más vulnerables", indicó, pidiendo acciones para paliar esa situación, como un mejor acceso a servicios públicos, agua potable, salud.