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En el Congreso de la República esperan para su aprobación dos préstamos por un monto total cercano a los 600 millones de quetzales, solicitados por el presidente Otto Pérez Molina. Al mismo tiempo, él mismo anunció que la meta fiscal, otra vez, quedó lejos de ser alcanzada.
Los préstamos fueron presentados ante el Legislativo días antes de la Semana Santa, sin embargo, aún no han sido discutidos. El primero es para educación, a ejecutarse durante 5 años, por 24 millones de dólares, unos 183 millones de quetzales.
Q 600
millones
, aproximadamente, es el total de los dos prestamos solicitados por el Organismo Ejecutivo.
El segundo es para la segunda fase del Plan de Electrificación Rural por 55 millones de dólares, unos 420 millones de quetzales. Sin embargo, este préstamo tiene una historia.
En octubre de 2008 se aprobó un préstamo por el mismo monto para la primera fase del Plan. Fue financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo, para pagarse en 25 años, con un plazo de gracia de 5 años. Es decir, se empezará a pagar el próximo año, por lo cual se adquirirá una nueva deuda sin haber empezado a pagar la anterior.
Este es un fragmento del Comunicado de Prensa del BID en 2008, cuando el primer préstamo para el Plan de Electrificación Rural fue aprobado a pesar del rechazo del partido Patriota.
En su momento, el partido Patriota se opuso a este préstamo. Sin embargo, el presidente Otto Pérez Molina asegura que convenció a los diputados de hacerlo, por eso espera que el nuevo sea aprobado.
Meta fiscal, lejos de nuevo
Mientras la deuda crece, la recaudación no lo hace, al menos no lo necesario. Para cumplir la meta trimestral faltaron 177 millones de quetzales. Según el Superintendente de Administración Tributaria (SAT), Omar Franco, esto se debe a dos factores principalmente: la baja del dólar y el precio del combustible.
Q 177
millones
es lo que faltó para alcanzar la meta de recaudación tributaria.
SAT
Según Franco, por la devaluación del dólar se perdieron 68 millones y los precios a la baja de los combustibles dejaron 270 millones menos en las arcas gubernamentales. Basado en esto, asegura que de no ser por estos factores externos se hubiera rebasado la meta.
A pesar de ello, no pudo explicar en qué rubros mejoró la recaudación, ni porqué no se vio afectada la meta ante la ausencia del impuesto a la telefonía, debido a que con anterioridad las autoridades habían mostrado su preocupación ante la falta de ese ingreso.
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