Dos muertes, cientos de personas sin atención y la falta de pago al personal médico, son algunos de los factores que han llevado a una crisis en el Sistema Nacional de Salud y que podría culminar en un colapso ante la falta de acción por parte de las autoridades, alertó la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH).
Las carencias que enfrentan los hospitales a nivel nacional, según el monitoreo que realiza a diario la Magistratura de Conciencia, van desde la infraestructura hasta de insumos básicos, como alcohol, algodón, gasas e hilo.
Se advierte que en caso las autoridades continúen con esa apatía, la condición del Sistema de Salud Pública podría empeorar llevando al paro de varios hospitales, entre los que figuran el San Juan de Dios, el de Jutiapa, Quetzaltenango, Zacapa, Quiché, Cuilapa, Coatepeque y Antigua Guatemala. Así como el Instituto Nacional de Cancerología (Incan) y la Unidad Nacional de Atención al Enfermo Renal Crónico (Unaerc).
A decir de la procuradora adjunta Hilda Morales, los pacientes más perjudicados son los que enfrentan enfermedades crónicas como diabetes, cáncer, VIH, esclerosis e hipertensión, debido a que dependen de tratamientos que no se les pueden ser suministrados en los hospitales públicos por la precariedad presupuestaria con la que cuentan.
Aunado a la falta de equipo, medicamentos y material quirúrgico, están las largas filas y horas de espera que los enfermos deben experimentar ante problemas de personal que se originan por los atrasos en los pagos de salarios a quienes están suscritos por contrato o incluso, a los estudiantes de medicina que prestan apoyo en las emergencias, indicó la jefa de supervisión de hospitales, Zulma Calderón.
Calderón también afirmó que se constató que la clínica instalada en Fraijanes para dar atención a los privados de libertad no cuenta con el equipo requerido para prestar el servicio y que el proyecto de la Unidad de Transplante Hepático está paralizado.
De acuerdo a la PDH, la crisis ya ha repercutido en la pérdida de la vida de dos infantes, uno en el hospital General San Juan de Dios, por la ausencia de Factor 8, y de otro en el hospital de Infantil de Infectología y Rehabilitación por tos ferina, enfermedad que se tenía como controlada y que ha resurgido ante las deficiencias en los programas de vacunación.
El informe presentado por la Magistratura de Conciencia concluye con un llamado a implementar acciones emergentes que solventen la situación, la mayoría de solicitudes se centra en la asignación de más recursos económicos que lleven a una mejora en la calidad de los tres niveles de atención. Respecto al tema presupuestario, el ministro de Salud, Luis Monterroso, anunció este lunes el traslado de un monto de 500 millones de quetzales para atender la crisis.
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