“La propaganda y encuestas electorales, solo serán permitidas desde el día siguiente a la convocatoria de elecciones y hasta 36 horas antes de celebrarse las mismas”, señala el artículo 69 del reglamento de la Ley Electoral y de Partidos Políticos; sin embargo, las agrupaciones y futuros candidatos han encontrado la manera de “evadir” esta normativa.
Basta darle un recorrido a las principales calles del país para descubrir la presencia y promoción, tanto de agrupaciones políticas, como de candidatos. Sin embargo, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) usualmente asegura sentirse de manos atadas, ya que no puede sancionarlos, pues e se han encontrado formas de evadir la ley.
El vocero del TSE, Julio Ochoa, y analistas políticos, califican como subterfugios todas las publicaciones que se hacen en los distintos medios de comunicación con el fin de llamar, de manera “solapada”, al voto. Al evadir la normativa electoral, podrían considerarse como "fraude de ley", es decir, encontrar mecanismos para no ser sancionados, aunque sigan quebrantando el espíritu del reglamento, es decir, evitar la competencia desleal entre partidos a través de la campaña anticipada.
El politólogo Renzo Rosal, de Guatemala Visible, divide la campaña anticipada en directa y sutil. Las primeras son hechas por la propia agrupación política o los candidatos, y las otras por medio de organizaciones satélite o como una denuncia cívica.
Rosal añade que este tipo de conductas, además de ser evidencia de una futura campaña “abiertamente mediática” y por ende muy cara, también muestra el irrespeto de los políticos hacia la ley y a la ciudadanía.
Publicaciones
El politólogo Christians Castillo, de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), asegura que toda publicación en medios de comunicación y redes sociales que promueva de forma directa o sugerida a un candidato o programas de Gobierno, es propaganda.
Tal es el caso de la publicación que Alejandro Sinibaldi, precandidato presidencial del Partido Patriota, hizo hace algunas semana en dos páginas de un diario, en las que incluye, sobre un fondo de diferentes tonos de azul, cinco fotografías pequeñas en las que se le observa al frente de grandes multitudes, con una imagen central tres veces más grande captada durante su presentación en la Plaza de la Constitución.
Aunque Sinibaldi ya fue proclamado como "precandidato" del partido oficial, es evidente que él está promocionando su candidatura, y la forma de evadir la sanción del TSE es no incluir el logotipo del Partido Patriota, aunque sí utiliza sus colores oficiales.
Organizaciones satélite
No incluir el nombre y logotipo del partido político es la práctica más recurrente para evitar sanciones del TSE. Pero, para identificar al partido, se utilizan los mismos colores. Tal es el caso de las organizaciones satélites, o sea, las agrupaciones que se vinculan a esta campaña anticipada, aunque sin nombrar candidato o partido.
Castillo detalla que las organizaciones, fundaciones y líderes de la sociedad civil tienen el derecho de emitir mensajes que llamen a analizar el voto, pero que esta situación ha sido aprovechada por los partidos para utilizar sus movimientos afines para promover su mensaje electoral.
Uno de los casos que ha despertado sospechas es el de la Fundación Identidad (Fidenti), que desde 2013 promueve lugares y personajes del país, invita -en vallas y periódicos- a analizar a los posibles candidatos tras el enunciado “necesitamos un líder que sepa como generar empleo” y con la palabra “Lider” (como las siglas del partido Libertad Democrática Renovada) destacada en letras blancas sobre un fondo rojo, colores que utiliza la agrupación política con el mismo nombre.
Del mismo modo, la Asociación Amigos por Guatemala, que únicamente replicaba noticias en su Facebook desde octubre de 2014, utiliza los colores del Partido Patriota, para promover el mensaje “Guatemala necesita trabajo, no promesas”.
Figuras sin partido
Otro caso es el de las personas que se promocionan, en claro mensaje político electoral, pero que aún no tienen un partido específico. Tal es el caso de Javier Hernández, gerente de Bullock's y que ha mostrado interés en la alcaldía capitalina, inicialmente con el partido Lider, que después negó su candidatura. O bien, el caso de Zury Ríos, a quien el PLP le ofreció la candidatura presidencial, aunque ella no ha indicado si la aceptaría, o no.
“Es propaganda”, asegura Castillo, “no cualquier ciudadano va a invertir miles para hacer público su rostro”.
Mitines
Castillo añade como otra artimaña las visitas que los líderes políticos hacen a las bases del partido o las reuniones que buscan hacer un supuesto llamado a la afiliación, ya que en estas, generalmente, se hacen en lugares abiertos y los discursos pasan de proselitistas a propagandísticos.
Redes sociales
En la definición que el Reglamento de la Ley Electoral y de Partidos Políticos hace de Propaganda electoral, se hizo una reforma en 2011, con el fin de no dejar fuera los nuevos medios que la tecnología proporciona a los políticos para hacer propaganda.
Específicamente, se refiere a las “redes sociales o cualesquiera otros medios que en el futuro creen”. Empero, muchos líderes políticos como Alejandro Sinibali, Sandra Torres, Manuel Baldizón y otros personajes que aún no se han adherido a un partido, como Javier Hernández y Zury Ríos, acostumbran a publicar mensajes en los que promueven un discurso electoral, describe Castillo.
El analista destaca que este tipo de alternativas se ha visto impulsado, en parte, por el papel de los magistrados que actualmente conforman el TSE, ya que se han atrevido a sancionar a las agrupaciones.
¿Qué dice el TSE?
Respecto a la forma de atender la problemática por parte del máximo órgano electoral, el portavoz detalló que es algo en lo que “Inspectoría actúa de oficio”, pues se trata de un hecho notorio al estar publicado en medios de comunicación.
Ochoa agrega que el actuar de los magistrados está condicionado a los que establece el Reglamento en el Artículo 62 Bis, para poder definir qué es propaganda y qué es proselitismo y que los inspectores se mantienen en constante análisis de las distintas publicaciones que las agrupaciones políticas efectúan.
Respecto a los mitines, indica que habría que analizar el tipo de discurso para determinar si se trata de una reunión propagandística o de trabajo interno de los partidos.