A siete meses de haber entregado el poder de la Presidencia en Guatemala, el expresidente Otto Pérez Molina declaró en otro caso de corrupción donde está relacionado conocido como TCQ, y apeló al criterio del juez al indicar que está enfrentando la justicia en un "proceso viciado políticamente" que lo hace pensar en haberse fugado antes de presentarse a los tribunales de justicia.
Pérez Molina tomó la decisión de declarar en la audiencia donde el Ministerio Público (MP) concluyó con las imputaciones de los 12 acusados relacionados con una red de sobornos en un contrato de usufructo entre la Empresa Portuaria Quetzal (EPQ) y la empresa Terminal de Contenedores de Barcelona (TCB).
El exmandatario dijo que pudo haber convocado a contramanifestaciones para balancear las marchas pacíficas que se registraron en 2015, pero "no lo quise hacer para no politizar al país y realizar confrontación".
Durante lo que él calificó como "preámbulo" a su declaración de defensa a las acusaciones del MP, Pérez Molina insistió en que la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) continúa "manipulando jueces" a lo que el titular de la judicatura, Miguel Ángel Gálvez, pidió que se refiriera de forma respetuosa al sistema de justicia.
En su declaración se le quebró la voz en varias ocasiones al insistir en su inocencia por el nombramiento de funcionarios en su Gobierno.