El supuesto experto en Derecho Humanos que le recomendaron al vicepesidente Alejandro Maldonado para ocupar la Secretaría Privada de su despacho, el señor Leonel Oswaldo Enríquez, ha levandado una ola de comentarios negativos.
Rara vez un nombramiento había logrado que en espacio de dos horas me llamaran al menos cuatro fuentes sólidas (un ex ministro de Estado, dos abogados y una activista del sector Justicia), para señalar que el candidato es, como decimos en Guatemala, "una joya".
No fue así ni siquiera con la otra persona que propuso Maldonado: Fernando Leal Estévez. De él me hablaron bien algunas personas, en especial personajes ligados al mundo evangélico. Los señalamientos vinieron después.
El señor Enríquez, en cambio, no parece tener amigos en ninguna parte.
Dado que el país se encuentra sumido en una crisis institucional profunda, y que el vicepresidente Maldonado necesita a su alrededor profesionales serios, con credibilidad ante diferentes sectores, me siento obligada a difundir la información que recibí.
La acusación más grave, que según el vocero de la Presidencia, Jorge Ortega, ya es del conocimiento de las autoridades del Ejecutivo, es que el señor Enríquez tiene abierto un proceso penal por acoso. Al parecer, la acusación proviene de su paso por la Procuraduría de los Derechos Humanos, en la administración de Sergio Morales. En esa institución, el señor Enríquez cobró fama de "mujeriego", acosador y facilitador de encuentros sexuales para él mismo y sus superiores. Un proceso abierto fue el legado de esos "deslices". Ya con ello bastaría para quedar descalificado.
Sin embargo, los señalamientos no terminan ahí. Afirma un ex ministro de Estado que Enríquez es cercano a la diputada Delia Bac y que opera para ella. El "modus operandi" es el mismo que usan y han usado muchos congresistas: chantajean con interpelaciones e interrogatorios en bancadas y a cambio de "paz en el Congreso" exigen nombramientos y plazas en instituciones.
Las demás denuncias se refieren más bien al entorno inmediato de Enríquez, cuya última posición fue en el Ministerio de Gobernación. Como nació a la vida política en las organizaciones revolucionarias, específicamente ORPA, se le vincula con personajes que han sido muy cuestionados en tiempos recientes. Uno de ellos es el ex militante revolucionario y ex diputado del Frente Republicano Guatemalteco Pedro Palma Lau, que en tiempos recientes era asesor del hoy detenido presidente de la junta directiva del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, Juan de Dios de la Cruz Rodríguez.
Cuento la información que recibí porque me parece medular que el señor Maldonado tenga a su alrededor a personas que le sumen apoyo, no que le resten, y que le ayuden a enfrentar una crisis que parece profundizarse y que podría durar varios meses.