Los niños y jóvenes guatemaltecos que naceron antes del 2011 con labio leporino sufrían dificultades para mamar, beber, alimentarse, hablar, sonreír e interactuar con las personas.
Pero hace cuatro años llegó al país la Fundación Operación Sonrisa, la cual vino para que decenas de pequeños pudieran reír sin parar.
Mónica González, directora ejecutiva de esta organización, indica que son varios los médicos y voluntarios que se han involucrado en este proyecto. El equipo lo integran psicólogos, nutricionistas, pediatras, cirujanos, odontólogos, terapeutas y personas de buen corazón que apoyan la causa.
“Nosotros damos todo el tratamiento preoperatorio, la cirugía quirúrgica y el tratamiento posoperatorio, para lograr que los niños tengan una recuperación completa”, comenta González.
Sonia Marín está agradecida con la organización, ya que su hijo Byron fue uno de los primeros en ser operados y eso ha cambiado su entorno familiar.
“El cambio psicológico se nota en nuestra familia. Ahora él ya puede hablar, comer y decir 'mamá'”, cuenta Marín, mientras esperan ser atendidos en el Hospital Juan Pablo II en la zona 3 de Mixco, lugar donde se encuentra actualmente la fundación.
Así como ella, hay muchos padres que ahora sonríen por ver recuperados a sus hijos.
Si tú conoces a un pequeño que necesite de una operación como esta, puedes entrar al Facebook de Operación Sonrisa Guatemala y convertirte en padrino de uno de ellos y recibe una sonrisa que llenará tu corazón. Las evaluaciones se llevarán a cabo el 6 y 7 de noviembre, donde se espera la visita de 300 familias. Mientras que las operaciones se realizarán del 9 al 14 de noviembre.