Syriza, el partido de izquierda liderado por Alexis Tsipras, ganó este fin de semana las elecciones generales en Grecia, bajo la promesa de renegociar la deuda que el país tiene con la Unión Europea, así como la eliminación de la austeridad impuesta por este organismo.
Esta victoria, según señala un análisis realizado por la BBC, ya tumbó los mercados internacionales este lunes, especialmente en la Eurozona y el valor del euro frente al dólar, la cual cayó a su nivel más bajo desde hace 11 años.
Sin embargo, ¿qué significa para el viejo continente que reine la izquierda antiausteridad en Grecia?
Grecia parece resurgir de una profunda depresión económica que suma ya seis años. La política que ofrecía el partido contrario, más conservador. Tal parece, que los recortes en las pensiones y a la asistencia social, fueron los detonantes para que sus habitantes buscaran una solución pronta.
La austeridad no ha servido de mucho para Grecia, ya que la tasa de desempleo aún permanece en 25.5%, principalmente en jóvenes entre los 25 y 35 años, donde se registra hasta el 50% de desempleo.
El partido de la izquierda radical ha galvanizado la sensación de ira y alienación que han albergado muchos griegos contra las políticas de austeridad del gobierno y contra la troika, el cuerpo que renegoció la deuda que carga el país y que se rige por la Comisión Europea, el Banco Central y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Deuda extranjera
Desde 2010, Grecia acumula una deuda externa cercana a los 278 mil millones de dólares que ha estado bajo un estricto plan de restructuración. Pero, aún quedan 8 mil millones que deben ser negociados y que podrían significar el primer gran reto de Syriza al frente del gobierno.
La gran interrogante es cómo convencer a los acreedores a que otorguen nuevos créditos, cuando ya existe un aviso que Grecia se rehúsa a pagar la mayor parte de lo que se debe.
En este sentido, los acreedores han sido muy claros respecto a que no habrá posibilidades de una condonación de la deuda, aunque no descartaron la opción de dar un margen de maniobra para la reestructuración de la misma.
Antes del resultado final, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, les advirtió a los votantes que no entregaran "un mal resultado".
No es muy claro el futuro de Grecia en la eurozona, aunque la canciller alemana, Ángela Merkel, dijo que quiere que el país permanezca como "parte de nuestra historia".
Analistas del mercado creen que la propuesta que llegará de Syriza es una pausa de seis meses en el programa de renegociación.
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El primer ministro británico David Cameron dijo que la victoria de Syriza, "incrementará la incertidumbre económica sobre Europa", pero que el cambio en Grecia podría tener inclusive mayores ramificaciones en los países de la unión donde los partidos antisistema están en crecimiento.
Actualmente, en España el partido "Podemos" lidera algunas de las encuestas de opinión con un discurso similar de antiausteridad, mientras que el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, mira con cautela el éxito de Syriza en Grecia de cara a las elecciones generales a finales de año.
En Reino Unido, el partido de derecha antiinmigración UKIP puede resultar beneficiado al igual que "Alternativa por Alemania", que se opone a la eurozona.
Otro grupo político que celebró la victoria de Syriza fue el alemán de izquierda Die Linke, que desde el año pasado lidera una coalición en el estado de Turingia, en el este de Alemania.
