El ataque armado ocurrido en el Hospital Roosevelt la semana pasada dejó muchas dudas sobre el traslado de reos hacia los centros asistenciales del país.
Durante una citación en el Congreso, la ministra de Salud, Lucrecia Hernández Mack, explicó que sí existen clínicas en dos prisiones para atender a los privados de libertad, pero estas no son utilizadas.
¿La razón? Ningún médico desea trabajar en ese lugar. Según destacó la funcionaria, los doctores recibieron amenazas de muerte por encontrarse en las cárceles.
- QUE NO SE TE PASE:
Hernández Mack detalló que al personal de estas clínicas se le ofreció un salario de 25 mil quetzales, pero nadie aceptó.
Inversión millonaria
La ministra de Salud explicó que desde hace un año y medio la cartera que dirige realizó una inversión de 1.2 millones de quetzales para implementar las clínicas móviles en la prisión de Fraijanes y en el Preventivo para Varones de la zona 18.
Las clínicas contaban con tres médicos, tres enfermeras y un laboratorio. Esto sería suficiente para atender a los privados de libertad y evitar sus traslados. Sin embargo, debido a las amenazas, los consultorios están abandonados.
*Con información de Javier Lainfiesta/Soy502