La NASA lanzó un nuevo satélite de comunicaciones de tercera generación, el TDRS-L, que pertenece a la serie denominada Tracking and Data Relay Satellite (Satélite de seguimiento y transmisión de datos), un programa clave para la agencia espacial estadounidense.
Este ingenio es el duodécimo de una serie de satélites que la NASA comenzó a lanzar en 1983, de la cual ocho aún funcionan, mientras que dos fueron retirados y uno se perdió en el accidente de un transbordador, según datos de la agencia espacial.
El satélite lanzado hoy desde Cabo Cañaveral (Florida) cuesta unos 350 millones de dólares, y pasará a llamarse TDRS-12 cuando entre en órbita en primavera.
"Este lanzamiento asegura la continuidad de los servicios para las múltiples misiones que se basan en este sistema", explicó el director del proyecto TDRS del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, Jeffrey Gramling.
Estos satélites sirven de apoyo a la estación espacial internacional en órbita y al telescopio espacial Hubble, entre otros proyectos.
La red rodea la Tierra a 35.887 kilómetros de altura y permite el contacto continuo con la estación espacial, según informó la agencia espacial.
El año que viene la NASA prevé lanzar el siguiente satélite de esta generación, que tendrá por nombre TDRS-M, en el marco del acuerdo que firmó con Boeing en 2007 para la construcción de esta nueva generación.