La agencia espacial estadounidense (Nasa) tratará nuevamente el miércoles de lanzar un satélite para medir los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, el gas con mayor incidencia en el calentamiento climático.
El primer intento de enviar el Orbiting Carbon Observatory-2 (OCO-2) fue abortado en el último minuto este martes, debido a un problema con el flujo de agua del cohete, indicó la Nasa.
El próximo intento será el miércoles a las 09H56 GMT desde la Base Vandenberg de la Fuerza Aérea, en California (oeste).
"A la espera de los resultados de la solución del problema, el lanzamiento se reprogramó para el miércoles", anunció la agencia espacial en su página en internet.
Intentos previos de la Nasa de lanzar satélites de carbono fracasaron en 2009 y 2011.
En esta oportunidad, Nasa cambió a un tipo diferente de cohete, el Delta 2, pero un problema en el flujo de agua obligó a posponer el lanzamiento 46 segundos antes del despegue.
El tiempo de lanzamiento tiene que ser muy preciso de modo que el satélite pueda unirse al A-Train, una constelación de otros cinco satélites internacionales para la observación de la Tierra.