La misteriosa muerte del fiscal Alberto Nisman mantiene convulsionada a la sociedad argentina, desde hace más de 10 días. Las investigaciones parecen ser insuficientes y el Gobierno no atina a dar una respuesta que lo exonere de culpas. La sociedad civil ha pedido que se instaure un equipo internacional que investigue y resuelva este caso y usa como modelo lo sucedido en Guatemala con el Caso Rosenberg en 2009, informa el sitio digital argentino Infobae.
El fiscal Alberto Nisman presentó una denuncia contra Cristina Fernández, presidenta de Argentina, razón por la cual algunos creen que la muerte del jurista pudo ser un asesinato y no un suicidio como informan las autoridades.
Nisman apareció con un balazo en la cabeza, un día antes de comparecer ante el Congreso de su país para ampliar detalles sobre la denuncia contra Fernández y algunos colaboradores de su gabinete. El caso que investigaba el fiscal era el presunto encubrimiento oficial de unos iraníes, acusados de los atentados contra la Mutual judía AMIA, que dejó 81 muertos en 1994.
Entre esas reacciones, el abogado Sergio Massa planteó convocar a un grupo de expertos internacionales para que ayuden con la investigación. Argumentó que éstos darían garantías de estar "despojados de cualquier interés", un concepto básico en la Justicia y así evitar las elucubraciones generadas en los últimos días.
La idea de Massa tuvo un precedente paradigmático en la historia reciente de Guatemala. Fue cuando una comisión de especialistas, la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) resolvió, el que acaso haya sido el crimen más impactante que tuvo que afrontar el gobierno de Álvaro Colom, en 2009.
Consciente de que su credibilidad, la de su gestión y la de la Justicia estaba ya minada de desconfianza, el mandatario se defendió en televisión y anunció que convocaría a juristas prestigiosos de otros países para realizar la investigación. La comisión estuvo conformada por representantes de las Naciones Unidas y el FBI, todos comandados por el ex juez español Carlos Castresana.
Al cabo de un año, ese grupo pudo determinar por qué Rosenberg sabía que iba a morir. La respuesta: el abogado había planeado su propio asesinato. El móvil de esa decisión estuvo vinculado a una depresión muy severa.
El caso puso en vilo la conducción del Ejecutivo y cobró tal notoriedad que llegó a la pantalla grande. En 2013 se estrenó “Seré asesinado”, un documental que narra y documenta esos hechos.
El cierre del caso Rosenberg se alcanzó con colaboración externa. Hoy hay quien apuesta a seguir un camino similar para resolver en la Argentina una muerte tan dudosa que hasta ahora no es posible determinar si se trató o no de un suicidio.
(Con información de Infobae)
