La vida cotidiana de María José Alvarado Muñoz parecía transcurrir entre luces, cámaras, fascinación y belleza, pero estaba rodeada por un mapa rojo, naranja y amarillo que desnuda la violenta realidad de Honduras signada por la penetración del crimen organizado —el narcotráfico en particular— y la masiva y agresiva presencia de las maras o pandillas juveniles en un escenario de marginación social.
De 19 años, electa Miss Honduras Mundo 2014 en abril pasado, huérfana de padre -su progenitor, Oscar, falleció de cáncer en 2012- e hija de Teresa de Jesús, hermana de Sofía Trinidad, de 23, y de Corina, de 27, la joven hondureña supo mantener la humildad y la discreción, pese a ser una figura y un rostro frecuentes en la televisión, las pasarelas y la publicidad de su país.
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En un hecho que conmocionó a los hondureños, las vidas de Miss Honduras y de su hermana, Sofía Trinidad, de 23, se apagaron la noche del pasado 13 de noviembre.
Desaparecidas misteriosamente desde esa misma noche, cuando acudieron a un centro turístico a una fiesta de cumpleaños del hondureño Plutarco Antonio Ruiz Rodríguez, novio de Sofía y ahora detenido como presunto autor intelectual y material del doble homicidio, sus cadáveres aparecieron en la madrugada del 19 de este mes a la orilla de un río en Santa Bárbara, un departamento del noroccidente de Honduras.
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En lo que los aparatos hondureños de investigación criminal describen como un ataque de celos, Ruiz, de 32 años, disparó en la pista de baile contra las hermanas y las hirió mortalmente. Con ayuda del hondureño Aris Valentín Maldonado Mejía, de 24, las colocó en un automóvil y las trasladó hacia el río.
Ruiz cayó preso el 18 de este mes con Maldonado, confesó los detalles de los hechos y reveló el sitio en el que las sepultó, mientras que otros presuntos cómplices -Ventura Díaz Ponce, dueño del centro turístico, y su esposa, Elizabeth Alvarado Najar- fueron arrestados el día del hallazgo de los cuerpos. Las autoridades penitenciarias sofocaron el pasado jueves un intento de linchamiento contra los cuatro por parte de otros reos, en una venganza carcelaria nocturna.
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Sin alardes
El recuerdo que pervive de Miss Honduras es el de una mujer desprovista de alardes. María José tenía un boleto aéreo con fecha de 19 de noviembre -el día que encontraron su cuerpo- para viajar a Londres a competir en el certamen de Miss Mundo, cuya final será el próximo 14 de diciembre. Con sencillez, alistaba su viaje y su ansiada participación en el concurso y sin descuidar los detalles de sus actividades en Honduras. Al salir de los programas televisivos que ayudaba a conducir, y como ni siquiera tenía automóvil, viajaba en autobús del servicio público hacia su casa en Santa Bárbara, un departamento cercado de enormes manchas rojas, naranjas y amarillas que conforman el mapa de la violencia -con municipios que exhiben tasas de hasta 341 homicidios por cada 100 mil habitantes- en esa que es la nación más insegura de Centroamérica.
