El "fondo común" del Congreso de la República son cuatro bancos del sistema, donde se encuentran depositados más de 178 millones de quetzales que correspoden al dinero sobrante del Presupuesto anual del Congreso, es decir, el dinero que que ya no se gastan se guarda en varios bancos.
Sin embargo, el riesgo que persiste es la ausencia de controles en el manejo de estos recursos, pues depende de cada Presidente de la Junta Directiva como se invierte. En los últimos años este dinero ha disminuido considerablemente debido al incremento salarial del Pacto Colectivo.
Antecedentes negativos
En junio de 2008 fue descubierto que el Congreso había utilizado 82.8 millones de quetzales para "invertir" en la casa de bolsa "Mercado de Futuro", pero los fondos nunca regresaron.
Por este caso el expresidente del Organismo Legislativo, Eduardo Meyer, fue condenado a 3 años de prisión, mientras que el gerente de MDF fue condenado a 24 años de cárcel y el pago de una multa de 82.8 millones de quetzales, pero esta no se ha hecho efectiva.
El expresidente del Congreso, Roberto Alejos, señala que luego del desfalco de 82.8 millones de quetzales, durante la administración de Eduardo Meyer, decidieron trasladar los recursos al Banco de Guatemala en donde no generaran intereses que pudieran haber sido trasladados a cuentas personales. Estos recursos se utilizaron para el pago de pasivo laboral. Sin embargo, han sido utilizado para otros fines.
Manfredo Marroquín, director de Acción Ciudadana, señala que estos fondos pueden ser objeto de corrupción. "Mientras no tengan destino específico queda a discreción de cada Junta Directiva el uso que se le pueda dar a estos recursos", señala Marroquín.
Los ahorros han disminuido
A partir de 2014, los recursos del Organismo Legislativo se han reducido. En el informe presupuestario de 2013, el Congreso reportó 223.4 millones de quetzales, en 2014 el monto se redujo a 191.5 millones y para diciembre de 2015 las cuentas bancarias ya solo reflejaron 178.5 millones.
El presidente del Congreso, Mario Taracena, le atribuye la disminución de los ahorros a que la nómina de trabajadores ha crecido y el presupuesto es insuficiente, por lo que tienen que utilizar lo que tienen guardado para pagar salarios.