Microsoft tiene que demostrar a partir de mañana que su nueva consola Xbox One puede convertirse en referencia del videojuego en una carrera a largo plazo que busca seducir al usuario y ganarle la batalla a su competidor Sony.
Xbox One promete jugar en alta definición y "experiencias más profundas", conexión social, sacarle el jugo a la nube (300.000 servidores en línea), un control biométrico -incluso detección del pulso- gracias al renovado Kinect, conectividad móvil con Smartglass, ser vehículo instantáneo de la televisión y la música y plataforma de aplicaciones como Skype o Internet Explorer.
La máquina llegará mañana a España, Estados Unidos, México, Brasil, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Austria, Australia y Nueva Zelanda, acompañada de 23 juegos como "Ryse: Son of Rome" o "Forza Motorsport 5".
"Algo que hemos aprendido con el paso de los años es que necesitas no solo una oferta fabulosa de juegos en el lanzamiento, sino que es importante mantener una cadencia regular de contenidos fantásticos. No me preocupa en absoluto que títulos como 'Tintanfall', 'Destiny' o 'Watch Dogs' lleguen más tarde, de hecho me gusta", comentó el vicepresidente del negocio interactivo de Microsoft en Europa, Chris Lewis.
El ejecutivo está convencido de que los "sabios usuarios" saben detectar "la importancia del tremendo valor" que acompaña a Xbox One como un sistema de entretenimiento "todo en uno".
"Por supuesto que habrá una fuerte competencia. El espíritu competitivo garantiza que sigamos buscando más mejoras en lo que ofrecemos y subimos el listón de calidad de la experiencia que brindamos. Pero no nos cambiaríamos por nadie, hemos registrado una demanda sin precedentes por Xbox One", afirma.

Lewis ha reconocido que Microsoft solo puede ganar esta batalla si triunfa en Europa. "Es un mercado crucial para nosotros, no solo el Reino Unido y los países nórdicos, tenemos que ganar en España. Queremos hacerlo mejor de lo que lo hemos hecho allí hasta ahora -territorio históricamente fiel a PlayStation-", añade.
El responsable de Xbox en Europa no cree que los jugadores sean fieles a una plataforma únicamente por el hardware, sino por su contenido y avances continuos: "Xbox Live (el servicio en línea de la consola) representa eso para nosotros. Esa comunidad es única, el oxígeno de lo que somos. Y nos brinda una enorme lealtad la conexión de la comunidad con la gente que quiere participar en esa experiencia social", conluye.