Cada 19 de Octubre se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de seno, una enfermedad que en lo que va del año ha sido detectada en 350 mujeres en Guatemala, solo en el Instituto Nacional de Cancerología INCAN, convirtiéndolas en la segunda causa de muerte en mujeres del país.
Angie Albizu, la conductora argentina de televisión compartió con Soy502 la noticia de que su cuerpo estaba completamente sano luego de someterse a un largo tratamiento y que un doctor le contara los días que le quedaban de vida después de hacer un PET scan que le diagnosticó cáncer por todo el cuerpo producto de la metástasis en un cáncer de seno.
Con la bella sonrisa que la caracteriza, sus grandes ojos azules y una actitud de guerrera, Angie recuerda los duros días que vivió a partir del momento en que se encontró una pelotita en su pecho derecho, algo que que hizo que su vida nunca volviera a ser la misma. La adversidad le ayudó a encontrarle una razón a su enfermedad: ayudar a las demás mujeres por medio de su testimonio.
En octubre del 2013 a la conductora le detectaron cáncer de seno luego de encontrarle una pelotita que le causaba mucho dolor. Con dos hijos pequeños y uno recién nacido, Angie tenia que luchar por su vida y buscar la sanación de la mano de Dios.
Angie regresó a su país natal para una mastectomía completa. Volvió a Guatemala en donde los médicos le dijeron que todo estaba bien, pero ella seguía sintiendo que no todo había terminado. “No me quedé tranquila”, dice esta sobreviviente.
Aunque reconstruyó su pecho, al pasar los meses volvió a sentir molestias, lo que la llevó de nuevo donde el oncólogo, para recibir noticias poco alentadoras, el cáncer había vuelto de una manera más agresiva, metástasis.
En Estados Unidos le realizaron un PET scan que dejaba ver que tenía cáncer por todo el cuerpo. Angie cuenta que logró superar esta nueva prueba con la ayuda de mucha gente, la mano de Dios y del espíritu Santo.
Así, armada de fe y del apoyo de sus seres queridos, empezó un tratamiento de seis quimioterapias.
La conductora y su esposo volvieron al mismo lugar donde le habían dado el peor diagnóstico de su vida para recibir la noticia que estaba esperando, “era otra persona, mi cuerpo estaba completamente limpio”, afirma.
Angie ahora vive una vida plena, feliz al lado de su esposo y sus tres hijos viviendo el día a día y ayudando a las personas por medio del grupo de apoyo que formó debido a su experiencia llamado “Vivas con propósito”, cuyo objetivo es que quienes sean diagnosticadas de cáncer de seno salgan adelante, que no se den por vencidas y sobre todo puedan ser escuchadas y aconsejadas. "Mi vida es otra, mis prioridades cambiaron, hay un antes y un después del cáncer de mama".