A un mes de la fecha fijada por el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para la firma de la paz el próximo 23 de marzo, nadie confirma que en el plazo fijado se llegue al acuerdo que terminará con 50 años de guerra.
A un mes para firmar la paz, la incertidumbre se atrinchera en Colombia https://t.co/gON8GxHJx5 pic.twitter.com/SdmlhAmOMA
— COSMOVISION NOTICIAS (@CosmovisionN) 23 de febrero de 2016
Aunque luego de tres años y medio de negociaciones la confrontación armada se ha reducido a niveles históricos, las tensiones y declaraciones entre las partes durante los últimos días reviven la interrogante sobre la posibilidad de firmar la paz en el plazo previsto.
El detonante del cuestionamiento fue la visita reciente de varios delegados de las FARC a la aldea de Conejo, donde participaron en un acto público acompañados de guerrilleros fuertemente armados, lo cual fue interpretado por el Ejecutivo como un ejercicio de "política con armas", que además disparó las críticas de sectores políticos y del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien consideró la situación de "inaudita" e "inaceptable".
Las FFAA no son responsables de lo sucedido en Conejo, Guajira. Las responsables son las FARC #PolíticaSinArmas
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) 20 de febrero de 2016
Según Santos, si para el 23 de marzo los asuntos pendientes no están terminados, los colombianos entenderán "que las FARC no estaban preparadas para la paz".
Sin embargo, el ministro del Interior cubano, Juan Fernando Cristo, matizó esta sensación al declarar que el día 23 "no puede convertirse en una espada de Damocles para ponerle fin al proceso de paz".
Cuba y Noruega, países garantes del proceso de paz, trabajan para superar este "impasse", como lo ha definido la guerrilla, a través de una intensa diplomacia en La Habana, Cuba, donde se reunieron los cancilleres de ambos países con la meta de encontrar una "solución" a esta tensión lo más pronto posible para desbloquear los aspectos que faltan por concretar para firmar la paz definitiva.