Fuerzas de seguridad mexicanas tratan de acelerar la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala (sur), a la que este miércoles se sumaron por su cuenta centenares de milicianos.
Agentes de seguridad registran a los manifestantes. (Foto: AFP)
En una jornada en la que se esperan manifestaciones para exigir justicia por el crimen, el
gobierno de México afronta una creciente presión, también desde el exterior, para esclarecer las desapariciones ocurridas el
26 de septiembre.Las autoridades también son cuestionadas por no haber actuado antes frente a los nexos con la criminalidad del alcalde de Iguala, cuyos policías colaboraron con narcotraficantes en las balaceras contra los estudiantes que precedieron a su desaparición.
Unos 500 milicianos trataron en la mañana de llegar hasta el apartado lugar de las fosas. (Foto: AFP)
El presidente
Enrique Peña Nieto ordenó el lunes un amplio despliegue con centenares de efectivos para encontrar a todos los responsables del crimen, después de que el fin de semana se hallaran fosas clandestinas con 28 cadáveres entre los que se teme que hayan estudiantes.
A ese operativo se sumó un contingente de autodefensas de la zona aparentemente sin armas de fuego. 'Vamos a encontrar a los jóvenes, vivos o muertos', dijo uno de sus comandantes identificado con el nombre de Moisés.
Muchas mujeres se unieron a las protestas pacíficas. (Foto: AFP)
Unos
500 milicianos trataron en la mañana de llegar hasta el apartado lugar de las fosas. Pero cuando ya habían iniciado la travesía a pie por el cerro, ayudándose de machetes y palos, recibieron una orden para dar media vuelta, constató un
equipo de la AFP.