El movimiento cooperativista, que se originó en Inglaterra hacia 1844, ha tenido un crecimiento exponencial en Guatemala, donde fue reconocido en 1903. Hoy, un siglo después, cuenta con más de 1,3 millones de afiliados, genera 700.000 empleos y más de 3.400 millones de dólares en ingresos anuales, lo que representa el 7,3 por ciento del Producto Interno Bruto.
El director ejecutivo de la Coordinación de ONG y Cooperativas (Congcoop) de Guatemala, Helmer Velásquez, ha declarado que el cooperativismo en el país americano se remonta a 1903, cuando una reforma legislativa permitió el surgimiento de asociaciones.
De acuerdo con una ley aprobada en 1978, en Guatemala las cooperativas podrán desarrollar cualquier actividad lícita comprendida en los sectores de la producción, el consumo y los servicios, compatible con los principios y el espíritu cooperativista, y serán especializadas las que se ocupen de una sola actividad económica, social o cultural.
"El asociativismo en ese primer empuje de la historia es el que tiene más desarrollo y, de aquellos años para acá, el movimiento ha crecido notablemente. A día de hoy tenemos 12 federaciones cooperativas del más diverso tipo, desde las agrícolas hasta las de consumo. Es un movimiento muy diverso", sostiene Velásquez.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Cooperativas (Inacop), hasta el 31 de diciembre de 2012 estaban inscritas 1.855, pero de esas solo 889 permanecen activas.De éstas, 358 son agrícolas, 261 de ahorro y crédito, 60 de producción, 58 de consumo, 44 de vivienda, 27 de transporte, 28 de servicios especiales, 10 de pesca y 43 de comercialización.
El movimiento tiene 1.333.878 asociados; 573.606 de ellos mujeres, lo que Velásquez considera como "lo más importante debido a que, hace 20 años, era impensable que tantas féminas pudiesen pertenecer a una cooperativa". Un elevado número de ellas, concretamente 542.709, están asociadas en cooperativas de ahorro y crédito.
La actividad más reciente y novedosa en la que el gremio tiene la intención de participar, según Velásquez, es en la generación de energía a través de hidroeléctricas, con la asesoría de Estados Unidos.
Un montaje de hidroeléctricas cooperativas en regiones del departamento de San Marcos, fronterizo con México está por iniciarse, explicó.
"Las comunidades serían las socias y los ingresos que generen estas empresas se van a quedar en los municipios donde se construyan, para impactar positivamente en la economía. No será un tipo de hidroeléctrica que venga y se lleve las ganancias", aseveró.
Mientras que en el departamento noroccidental de Huehuetenango, fronterizo con México, la Cooperativa Hoja Blanca y la Asociación Nacional de Cooperativas Eléctricas Rurales de los Estados Unidos (Nreca, por sus siglas en inglés) ya tienen en marcha dos proyectos de energía.
Un total de 257 familias de seis comunidades del municipio de Cuilco se benefician con luz, según Hugo Arriaza, director de Nreca, que trabaja en Guatemala en alianza con Congcoop y las federaciones de Cooperativas Agrícolas del país centroamericano.
EJEMPLOS A IMITAR
Los campesinos convertidos en cooperativistas protegen el majestuoso bosque nuboso y tropical de esa región en donde anida y crece el quetzal, el ave nacional de Guatemala.
Además, junto a la Federación de Cooperativas de las Verapaces (Fedecovera) han sembrado unas 33.000 hectáreas de árboles y son los principales exportadores de café orgánico.
Mientras que la Cooperativa Cuatro Pinos, creada en 1979 en Santiago Sacatepéquez, es la principal fuente de ingresos del municipio con la producción y exportación de hortalizas.
Un total de 411 mujeres de las etnias kaqchiquel y quiché, socias de esta empresa, dan empleo permanente a unas 2.000 personas y su producto abastece no solo al mercado local, sino también al salvadoreño.
Desde 1982 es exportadora directa a clientes en los Estados Unidos y con el crecimiento ha mejorado su tecnología en la producción y así, desde 1985, también incursionó en los mercados de Holanda, Inglaterra, Bélgica, Suiza, Suecia, Dinamarca, Noruega y Alemania.
Según el director ejecutivo de la Confederación de Cooperativas de Guatemala, Rodolfo Orozco, el movimiento cooperativista trabaja en todos los campos de la economía, desde la agricultura, café, cardamomo, hortalizas, en el área forestal, la vivienda, la pesca y en especial, en el empoderamiento de las mujeres.
"Estas empresas no solo existen en el ámbito rural, sino que también se dan en las ciudades, proponiéndose como meta mejorar el desarrollo, combatir la pobreza y crear riqueza en sus comunidad", refiere Orozco.
"En 15 años de existencia de Fedecovera se ha convertido en la principal productora de plantas y la más grande reforestadora de Guatemala", asegura su gerente, Leonardo Delgado, quien no descarta también entrar en la generación de energía eléctrica, utilizando fuentes de agua que tienen las cooperativas asociadas.