Los planes del nuevo presidente del Congreso de la República, Mario Taracena, son aprobar una reforma a la Ley Orgánica del Congreso, abolir la interpelación como mecanismo para retrasara la agenda, eliminar el transfuguismo y que el Organismo Legislativo se convierta en un ejemplo de transparencia.
Durante su discurso de toma de posesión, el polémico congresista --quien se ha caracterizado por su talento deslenguado, que puede calificarse como honestidad o cinismo-- señaló que durante su gestión se atenderá a la denuncia ciudadana.
Señaló que buscará reformar las reglas del juego bajo las cuales se rigen los diputados, pese a que no ahondó en detalles sobre qué artículos pretende renovar, pues considera debe ser discutido con todos los bloques.
Indicó que la utilización de la interpelación, un “hermoso recurso que tienen los diputados para realizar juicios políticos, ha sido utilizado como chantaje y extorsión dentro del Congreso y eso no se tolerará más”.
Planilla única
Según explicaron varios diputados, Luis Rabbé, presidente saliente del Congreso, cabildeó durante la noche del miércoles para sumar votos y conformar una segunda planilla que competiría contra la de Taracena.
Incluso, lo intentó durante la mañana del jueves 14 de enero, pues la sesión solemne de cambio de legislatura se retrasó por dos horas, debido a que Rabbé no aparecía dentro del hemiciclo para abrir la sesión.
Finalmente, al llegar el momento de la presentación de las planillas, la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), actualmente la bancada mayoritaria, mostró la nómina que incluía a Taracena como presidente del Congreso, y luego no se presentó ninguna otra.
Con 120 votos obtenidos, la nueva Junta Directiva tomó posesión del cargo para este 2016, y concluirá el 14 de enero de 2017.