Mario Taracena, presidente del Congreso y miembro de la bancada de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), es el principal artífice de que se haya revelado la nómina de empleados del Congreso, algo que durante años fue uno de los secretos mejor guardados.
Sin embargo, el legislador no es precisamente un ejemplo de austeridad. En 2015 disponía de 13 empleados: siete asistentes, tres técnicos operativos, un auxiliar de oficina, una auxiliar de oficina y un ujier.
El personal de Taracena ganaba entre 4 mil y 16 mil 322 quetzales, lo que representó un gasto mensual de 121 mil 847 quetzales con 90 centavos. En 2015, los salarios del despacho de Taracena generaron un desembolso de 1 millón 462 mil 174 quetzales con 80 centavos.
Por ley, a Mario Taracena, como diputado en 2015, le correspondían 3 plazas laborales: un ujier, una secretaria y un asistente. Sin embargo, el parlamentario cuadruplicaba la norma.
"Son personas que han trabajado conmigo toda la vida. No es mucho, pero no está bien. Tengo también un pedacito de culpa, entonces también me voy con todos en la ola", afirma Taracena.