Es común que los padres sueñen con el futuro de sus hijos, que los visualicen como profesionales de éxito y alcanzando las metas que muchas veces vieron truncadas en sus vidas. En el caso de Ángel, quien fue lanzado desde el Puente Belice por pandilleros y rescatado este jueves por los bomberos, sus padres tenían la ilusión de que se convirtiera en arquitecto.
Luis, progenitor de Ángel, describe con la voz entrecortada que su hijo que cursaba sexto primaria, y que era buen estudiante y dibujante.
Luis hace una pausa tras relatar que soñaba con que su hijo se convirtiera en un arquitecto y añade, que por ahora, lo que quiere es que sobreviva y llevarlo de vuelta a su hogar.
Además de callado, Ángel no tenía la costumbre de estar en la calle, asegura su padre, quien explica que para divertirse, jugaba fútbol o pasaba tiempo junto a sus dos hermanos, uno de 14 y la más pequeña de 7.
Luis, quien provee a su hogar a través de un negocio de comida que ha construido junto a su esposa, destaca que no pudo tratarse de intereses económicos, porque no gozan de lujos.
Actualmente, Ángel se encuentra en una condición crítica de salud por traumatismo craneoencefálico grado tres; trauma en el abdomen, pélvico y cervical, y rabdomiólisis.
Aunque la Asamblea de Médicos del Hospital General San Juan de Dios dio a conocer que no se contaba con fenobarbital y thiopental para atender al preadolescente, el padre aseguró que sí se le ha prestado una buena atención y que sí le han administrado los medicamentos requeridos.
El anuncio de la carencia de medicamentos fue divulgada a través de las redes sociales, en las que se compartieron dos números telefónicos para que se comunicara quien estuviera interesado en apoyar; empero, no se obtenía respuesta de los mismos. Tres horas después, la Asamblea publicó en su perfil que ya se habían completado los fármacos para Ángel.
* Los nombres no se brindan completos por motivos de seguridad.