A la temprana edad de 16 años, con un atentado que casi le cuesta la vida y con una nominación a la candidatura al Premio Nóbel de la Paz 2013, la joven pakistaní Malala Yousafzai se perfila como un ícono mundial ante las duras condiciones en las cuales ha enfrentado la amenaza de los talibanes en su país natal y que la han incentivado a tomar un activo rol en los ámbitos de la educación y la política.
Hace exactamente un año, el 9 de octubre de 2012, dos talibanes intentaron asesinarla disparándole desde una camioneta, cuando regresaba del colegio en el valle de Swat. Luego de ser llevada de urgencia a un hospital de la localidad, fue trasladada a un hospital en Inglaterra donde permaneció recluida hasta lograr su completa recuperación. Ahora 12 meses después de aquel difícil momento, Malala muestra una nueva faceta al presentar su primer libro denominado "Yo soy Malala" donde cuenta su historia y en el cual dice quiere mostrar el sufrimiento que experimentan todas las personas que están a merced del terrorismo, la ignorancia y el analfabetismo.
No obstante la experiencia de la escritura no es nada nuevo para ella, porque desde los 11 años, describía en su blog, el temor que sentían todas las niñas por las amenazas de los talibanes quienes les impedían asistir a clases.
Desde mediados de este año su familia se instaló en Londres, donde asiste a clases y ha intentado llevar una vida como cualquier otra joven de su edad, sin embargo admite que esta etapa ha estado repleta de viajes, entrevistas y actos públicos.
Por si esto fuera poco Malala fue distinguida este jueves con el premio Sájarov a la libertad de conciencia del Parlamento Europeo. "De esta manera se reconoce la increíble fuerza de esta joven mujer" expresó el presidente de la entidad Martin Schulz.
Malala reivindica el apoyo que siempre ha recibido de sus padres y habla con ternura de sus dos hermanos menores. "Tengo muchos sueños pero principalmente quiero seguir aprendiendo, estudiar duro, ir a una buena universidad para poder volver un día a mi país, no lo olvido. Espero volver lo antes posible y un día me gustaría ser la primera ministra de Pakistán".