En medio de la tremenda algarabía de Kevin Cordón, tras ganar la medalla de oro en los Juegos Panamericanos, el doble campeón panamericano tuvo un gesto que llamó la atención. Se quitó la camisa y corrió a regalarla a las gradas.
El protagonista de la historia es Luis Garrido, joven jugador mexicano de bádminton que se enfrentó al guatemalteco en octavos de final y quien se declaró "fan" del zurdo zacapaneco, a quien define como "la máxima figura de América".

"No tenes idea de cuantas veces le había pedido la camisa a Kevin, estoy muy emocionado, es mi ídolo y sueño llegar a donde él lo ha hecho. Esta camisa la enmarcaré y pondré en mi casa", reconoció Garrido con mucha emoción.
El deportista mexicano conoce a Kevin desde hace muchos años, cuando competían en torneos internacionales. "Desde pequeño lo admiré siempre, y me gusta verlo competir", confesó.

El camino de Toronto 2015 los enfrentó en los octavos de final de individuales, recién hace unos días, donde se impuso el guatemalteco.
"Hasta tuve el privilegio de jugar contra él, para mí es un lujo", contó Garrido.
El joven mexicano estuvo con su familia en las gradas, apoyando a Kevin como si fuera un guatemalteco más. Y Kevin demostró que es un medallista de oro en todo sentido: como deportista, y como persona.