Los restos de un asteroide con agua han sido descubiertos por científicos británicos y alemanes a 150 años luz del Sistema Solar, lo que supone un nuevo indicio de vida en planetas foráneos.
Por medio de los telescopios espaciales Hubble y Keck de Hawai, de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), los expertos creen haber encontrado el primer rasgo de agua en una superficie rocosa cercana a una enana blanca fuera de nuestro Sistema Solar.
El asteroide analizado contiene un 26% de masa de agua, de forma similar a Ceres, el que ha sido catalogado el asteroide más grande el cinturón del sistema solar. Ambos contienen mucha más agua que la Tierra, según se ha dado a conocer a través de la revista científica Science.
"Este hallazgo en un asteroide de gran tamaño significa que las bases para la formación de más planetas habitables existían, y tal vez todavía existen en el sistema de GD 61 y es probable que también en torno a un gran número de estrellas madre similares", ha explicado el autor principal Jay Farihi, del Instituto de Astronomía de Cambridge, en el Reino Unido.