¿Es el aroma, la textura del empanizado, el servicio o la calidad de la pieza de pollo seleccionada? No se sabe con certeza pero la realidad es que, para la mayoría de guatemaltecos, no hay nada que se iguale a la experiencia culinaria de comer una pieza de pollo frito de Campero. ¿Cuál es el secreto?
Soy502 entró a la cocina de la cadena de restaurantes más grande de Guatemala para descubrir cómo se logra ese sabor tierno, jugoso y crujiente. Conoce un poco más, cómo se preparan el pollo tradicional, extra crispy y a la parrilla, que ya puedes pedir combinado en el menú Súper Campero y en los combos familiares de 6 y 8 piezas.
Los han imitado pero nunca igualado, es por ello que la receta del empanizado es un secreto que solo su personal de confianza conoce.
El pollo no se congela. Está fresco desde que es beneficiado el animal hasta que llega a los restaurantes. Su temperatura oscila entre los 35 a 39 ºF, así se garantiza que sea un producto inocuo. ¿Será esa la clave del sabor?
Una pieza de campero sabe igual en Guatemala, Italia, Estados Unidos, China o India. La textura, el sabor y la apariencia es siempre la misma. Aunque es muy probable que la atención chapina sea la mejor de todas, ¿qué dices?
La calidad de la comida es la misma sin importar el canal por el cual llega a los clientes. Ya sea servicio a domicilio, para llevar o en restaurantes, se prepara igual. En tu casa, en la calle o donde sea que te encuentres, comerás una pieza fresca de pollo.
Para hacerlo extra crispy se cocina en trece minutos y el pollo tradicional en ocho. Su tiempo de vida es de 1 hora. Si en el ese lapso no hay una orden, se desecha porque se considera que ya perdió su frescura, ¿lo sabías?
La Biblia de Campero: es la clave
Nada es dejado al azar en los restaurantes. Los procesos sanitarios, de higiene, de manejo de alimentos, industriales, de limpieza, etc., todo está minuciosamente detallado en el “Manual de operaciones”. Hay una copia en cada restaurante.
¿Por qué te gusta tanto?
Es algo tan guatemalteco que por eso te fascina. Puede que sea la frescura, el sabor o el compromiso de sus empleados. Pero la verdad es que cuando dices: “Comamos pollo”, es sinónimo de invitar a las personas que aprecias a pasar un tiempo juntos. Eso sí, siempre con una pieza de Campero en la mano. Como explica Mónica:
